“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 11 de septiembre de 2009

Riesgos profesionales

Entre tanto problema, tanta crisis, con los que los periódicos nos reciben cada mañana, de vez en cuando aparece alguna noticia que nos hace esbozar un amplia sonrisa cuando no una gran carcajada. En un diario aparecía hace unos días que a un cura italiano le retiran el carné por dar positivo tras celebrar cuatro misas. Los carabinieri trincaron al pobre cura en una salida de la autopista. No aclara la noticia si se dirigía a celebrar otra misa que hubiera agravado su estado o si el hombre se retiraba ya a su casa a descansar. Tampoco recoge la nota si el párroco iba con la ventanilla abierta y cantando el Padrenuestro a ritmo de tarantela. Como siempre que pasan estas cosas, empapelan al pobre trabajador y no a la patronal que le obliga a ejercer su profesión con enormes riesgos para su salud y para la vida de los demás. Si hubiera un sindicato de curas estas cosas no pasarían. Negociarían un convenio colectivo con los representantes de la patronal, los obispos, en el que se especificaría el tiempo mínimo de descanso entre lingotazo y lingotazo o bien se propondría la sustitución del vino por mosto, pepsicola o trinaranjus. La Iglesia es la única empresa que permite el consumo de alcohol en horario laboral. Al pobre M.C.—siglas con las que aparece en la noticia—lo han sacado en los papeles cuando el hombre no hizo más que cumplir con su obligación contractual, como cualquier otro trabajador responsable. Desde estas líneas quiero expresar mi solidaridad con el pastor de almas italiano. Espero que este suceso sirva para que se abra un debate en la sociedad sobre los riegos a los que están expuestos unos profesionales que, debido a la dispersión de los centros de trabajo y a la falta de organizaciones que protejan sus derechos, están sometidos a todo tipo de abusos. Que se aproveche también la ocasión para solucionar lo de las hostias sin gluten para los celíacos y el matrimonio de los curas. Si M.C. hubiera estado casado, su compañera le habría aconsejado lo de si bebes no conduzcas o se habría ofrecido para llevarlo ella al tajo. Por un sindicato de curas. Por los derechos de los trabajadores del sector del alma. Exigimos justica ya. Por Dios.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 11/9/2009

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema es que esta profesión ha ido muy al bajo. Ya no hay mosenes y los pocos que quedan son ya mayorcicos y encima tienen que itinerar. Pobres, si hubiese uno en cada pueblo no pasaría esto. Es una pena que ocurran estas cosas con el paro que hay.
Propongo que se cree el Ciclo Formativo de Grado Medio de Auxiliar de Oficios Divinos (antiguamente "monagillo") y se les de potestad accidental de decir misa hasta que se resuelva el tremendo problema de las vocaciones.
No estoy en abosluto de acuerdo conque los curas se casen. Hasta ahí podríamos llegar; ¿Qué iba a ser de los guionistas telenovelas, culebrones y demás? ¿Y de los chistes y chascarrillos?

Anónimo dijo...

Propongo que les pongan vino con gaseosa. Total, les va a dar igual...

Anónimo dijo...

Si, pero que sea "La Casera" que les resultará más familiar.