“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 2 de marzo de 2009

El Camino de Belloch

Voy a pedirle al médico que me cambie la medicación. Así no puedo seguir. Alucino, doctor, le diré. Escucho y leo cosas que no existen. Ayer por ejemplo. En un periódico leí que al alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se le ha metido entre ceja y ceja nombrar a una calle de la capital con el nombre de Escrivá de Balaguer. Pero eso no es todo: afirma que Escrivá es "el aragonés más importante de la segunda mitad del siglo XX y de mayor proyección internacional, exceptuando a Luis Buñuel". ¿Verdad que un alcalde socialista no puede decir esas cosas? Seguramente el galeno me hará un análisis de sangre y ajustará las dosis de medicamento para equilibrar el riego que me llega al cerebro. La situación es grave. En el duermevela del sofá, después de comerme un cocido y unas chuleticas, se me aparecía Belloch vestido de obispo, montado en un borrico, recorriendo las calles de mi pueblo.
Quiero aprovechar este espacio para pedir perdón públicamente a don Juan Alberto. En mis momentos de lucidez sé que él, un socialista con solera, no sería capaz de pronunciar semejantes tonterías y menos llamar sectarios a los que se oponen a esas ideas estrafalarias que mi enfermedad me hace leer en los diarios. Si lo tuviera delante, me contestaría que decir que Escrivá es el aragonés más importante sería comparable a afirmar que Franco es el gallego que más ha hecho para que Galicia sea conocida en el mundo entero. Y que puestos a poner nombre a las calles, preferiría mil veces llamar a esa nueva vía zaragozana calle de Villarquemado antes que andar jodiendo la marrana y levantando el polvo del Camino. Todo eso me diría. Fijo.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DDT 2/3/2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

No es un sueño,es una realidad la comunión del señorito Juan Alberto con la santa madre iglesia. De casta le viene al galgo,no hay que olvidar que su padre en tiempos del Caudillo de España por la Gracia de Dios estuvo impartíendo justicia por Mora,Albarracín y Teruel.
Lo que no comprendo como ha venido a parar a esta izquierda "ascendente" de Vicente Guillén y no milita en la derecha "rancia"como los Biel,Pizarro y los Federicos, todos ellos congruentes hijos de autoridades nacionales.
Salud.