Los primeros por la cola

Hoy leo en El País que la universidad española es un desastre, según se desprende de un estudio europeo que sitúa a nuestra Universidad en el último lugar de entre 17 países avanzados. Si a esto añadimos que hace unos cuantos meses el Informe Pisa colocaba a la escuela española en niveles de vergüenza, podemos claramente afirmar que somos los más lerdos de la clase. Gracias Maravall, Solana, Del Castillo, Cabrera y otros. Hemos conseguido lo que parecía imposible: figurar los primeros en el podio de la calidad de la educación. No importa que sea los primeros por la cola.
Con este panorama, lo tenía fácil don Carlos Hué para titular su tribuna del día 16 de noviembre en el Diario de Teruel, Bolonia mejora la empleabilidad. Así cualquiera es profeta. Cuando ya no se puede caer más bajo, un ligero progreso es un enorme avance. Esa es la moral del alcoyano o de viva el Betis “manque” pierda. Todos los gobiernos han querido meter la cuchara en la educación, cada ministrico tenía su librico y su Lode, Loe, Lopeg, Logse, Lou y Loce. Todos los discursos aciertan en el diagnóstico: España es un país de pocos recursos naturales. Si queremos seguir progresando debemos ser competitivos e invertir en capital humano. La educación deber mantenerse al margen de la ideología y blablala. Pero en la práctica tenemos tantos planes educativos como autonomías. La derecha a impartir Educación para la Ciudadanía en inglés, los nacionalistas a eliminar el castellano de las aulas y la Andalucía de Chaves, con un 23 por ciento de alumnos descolgados. Eso sí, en el programa Erasmus, España es uno de los lugares preferidos por los estudiantes europeos. Sol, botellón y cachondeo. Al resto, que le den. Ya lo arreglará Bolonia.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado