Luego dicen que me meto con la iglesia. Mira que intento ser respetuoso con las creencias y las religiones. De verdad, aunque ustedes lo duden, tengo un enorme respeto por los que creen en Dios, en Buda o en el Perro Sagrado. Que tengan sus iglesias, sus centros de reunión, sus ritos y sus mandalas. Perfecto. Por lo que no paso, es que nos quieran convertir a los demás a la fuerza. Que quieran imponer a toda la sociedad sus puntos de vista y sus símbolos.
¿Qué pinta un crucifijo en una escuela? La escuela no es ni una Iglesia, ni un centro parroquial, ni nada que deba tener ninguna relación con el cristianismo. A la escuela van católicos, musulmanes, judíos, ateos, forofos del Real Madrid, del Barça, de Bustamante; o tabulas rasas que no debemos herir con incisiones ideológicas a tan temprana edad. Seguro que nos parecería mal que en la pared frontal de las aulas se exhibieran una hoz y un martillo, unos versos del Corán o la foto de Dalai Lama. Yo soy el primero que se me rebelaría contra cualquier tipo de comedura de tarro de ese tipo.
Yo no sé si a nuestras autoridades eclesiásticas las palabras democracia, constitución y laicismo les suena de algo. Entiendo que en sus organizaciones hacen lo que les place, se guían por unos principios que nada tienen que ver ni con la democracia, ni con la constitución ni con nada que suene a laicismo. Lo entiendo. Pero que entiendan ellos, que en cuanto salen de sus templos, sus parroquias y sus centros de reunión, las normas que rigen son otras. Yo en mi casa fumo, voy en pelotas en verano y tengo colgada una foto de la mona Chita en recuerdo de nuestros ancestros. Pero no intento que mis gustos personales, creencias o chaladuras sean los de todos los demás. Aunque pensándolo bien, creo que tendría mucho más sentido pedagógico una foto de Chita en las escuelas que otros muchos símbolos cargados de ideología que algunos se empeñan en imponer.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DDT 27/12/2008
¿Qué pinta un crucifijo en una escuela? La escuela no es ni una Iglesia, ni un centro parroquial, ni nada que deba tener ninguna relación con el cristianismo. A la escuela van católicos, musulmanes, judíos, ateos, forofos del Real Madrid, del Barça, de Bustamante; o tabulas rasas que no debemos herir con incisiones ideológicas a tan temprana edad. Seguro que nos parecería mal que en la pared frontal de las aulas se exhibieran una hoz y un martillo, unos versos del Corán o la foto de Dalai Lama. Yo soy el primero que se me rebelaría contra cualquier tipo de comedura de tarro de ese tipo.
Yo no sé si a nuestras autoridades eclesiásticas las palabras democracia, constitución y laicismo les suena de algo. Entiendo que en sus organizaciones hacen lo que les place, se guían por unos principios que nada tienen que ver ni con la democracia, ni con la constitución ni con nada que suene a laicismo. Lo entiendo. Pero que entiendan ellos, que en cuanto salen de sus templos, sus parroquias y sus centros de reunión, las normas que rigen son otras. Yo en mi casa fumo, voy en pelotas en verano y tengo colgada una foto de la mona Chita en recuerdo de nuestros ancestros. Pero no intento que mis gustos personales, creencias o chaladuras sean los de todos los demás. Aunque pensándolo bien, creo que tendría mucho más sentido pedagógico una foto de Chita en las escuelas que otros muchos símbolos cargados de ideología que algunos se empeñan en imponer.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DDT 27/12/2008
1 comentario:
¡¡Bravísimo!!
Descubrí su blog gracias al de Antonio Castellote.
Voy a navegar por sus páginas. Veo que no tienen desperdicio.
Un saludo de un emigrado turolense al Alto Aragón.
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