Me lo decía una amiga hace unos días: “Vosotros los tíos, con un traje y una corbata estáis listos, pero lo nuestro es una esclavitud”. Y no le falta razón. Nosotros podemos llevar el mismo traje a los mismos sitios, cambiando simplemente la corbata y nadie dice nada. Pero en cuanto una mujer se pone el mismo traje para una boda o un bautizo, todo son comentarios y chismorreos. A eso hay que añadir el pelo, las uñas, la depilación y el maquillaje. Y no vale cualquier cosa, no. Los charlatanes de la moda, el estilismo y el look ya se encargan de complicarles la vida a las mujeres. Fíjense lo que recomienda una conocida marca de potingues para que una señora pueda conseguir “un perfecto equilibrio entre lo delicado y lo sofisticado”, con su nueva gama de maquillaje Otoño 2008: “para las mejillas, Mauve Blush; para los labios, Heather Mauve Lip Color, Hot Cocoa Lip Liner, Black Pearl Shimmer Lip Gloss; para los ojos, Navajo Eye Shadow (en todo el párpado), Vintage Eye Shadow (en el párpado móvil), Black Mauve Shimmer Ink Long-Wear Gel Eyeliner (para delinear las pestañas superiores), Chocolate Mauve Eye Shadow (para las inferiores); y para terminar; Black Everything Mascara”. ¡Menuda sofisticación de los cojones! Esto sí que es violencia de género e inmersión lingüística perversa. Utilizan el idioma, el inglés en este caso, para dotar a la nada de un halo de sutil elegancia. Fashion total, o sea.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
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