“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 26 de noviembre de 2008

La importancia de llamarse Ernesto

De entrada diré que de Economía no entiendo mucho. Así que no me pondré a pontificar como hacen algunos “expertillos” de tres al cuarto que de vez en cuando aparecen en las páginas del Diario. En esto, como en otros muchos asuntos, me rijo por la máxima de mi amiga Merche: “si no “sabís” no “hablís””. De lo que sí quería hablar es de lo mucho que ayuda o perjudica el apellido en el desempeño de una profesión. Si uno es jardinero y se apellida De la Rosa, de entrada lo tiene más fácil que el compañero que se apellida Del Cardo. Lo contrario sucede con la Dra. Mata frente al Dr. Salvador. No quiero ni imaginar el impacto de apellidarse Risueño y dedicarse a las pompas fúnebres. Pedro Solbes, el Ministro de Economía, es uno a los que el apellido ayuda en su trabajo. Solbes y solves son palabras homófonas, y en inglés solves es la tercera persona del singular del presente del verbo to solve, resolver, solucionar. Para los americanos, que un ministro español resuelva y solucione, es ya una garantía. Más aún si tenemos en cuenta que los conocimientos de Economía de Bush no van más allá de los míos, a saber: si la oferta de melones baja y la demanda se mantiene estable, sube el precio del melón”. A los españoles, la palabra solbes nos remite a solver, solvente, resolver, resolvente, solución, resolución. En definitiva, que para los no entendidos en Economía, da mucha tranquilidad tener un ministro “solbente”. Si los suizos entendieran español, jamás se les habría pasado por la cabeza poner al frente del Dresdner Bank de Suiza al Dr. Franz-Josef Lerdo.

Evaristo Torres Olivas. Villarquemado

No hay comentarios: