Es cierto que una imagen vale más que un porrón de palabras. La magnífica exposición de Centelles lo confirma. Los buenos fotógrafos tienen el talento de resumir en un par de imágenes lo que precisaría un tratado entero si en lugar de la Leica se recurre a la pluma Parker o Montblanc. He pasado unas buenas tardes en las cuatro sedes dónde se puede contemplar la obra y los homenajes a la obra de Agustí Centelles. De todas las fotos, dos me mantuvieron absorto durante más de un cuarto de hora. Están una a lado de la otra. Reflejan lo mismo: un grupo de personas haciendo cola para votar. La diferencia: una está tomada en un barrio acomodado de Barcelona y la otra en la Barceloneta, barrio humilde. Las dos Españas recogidas en dos fotos. En una, buenos abrigos, zapatos lustrosos, curas y caras de palo. En la otra, alpargata, mandil, toquilla y caras alegres, sin curas. Sobran las palabras.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
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