“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 27 de noviembre de 2008

El silencio de los lobos

No doy abasto. Los hooligans de Dios, los que desde todas los rincones de España escriben al Diario de Teruel para, venga o no al caso, arremeter contra los que no comparten sus ideas rancias, me tienen todo el día dándole a la tecla. Es tal el aluvión de escritos de estos forofos de Dios, que estoy al borde del agotamiento intentando responderles. Desde estas páginas pido ayuda. Ateos, agnósticos, cristianos de buena fe, ciudadanos y ciudadanas, echadme una mano. Contestemos a estos voceros de la manipulación, a estos falsificadores de la verdad, que gritan como posesos cuando les interesa y callan como muertos cuando en la foto de la Historia, su defendida, la Iglesia, aparece cubierta de mierda y con las manos manchadas de sangre.
Doña Elena Baeza, desde Málaga, toma el relevo de sus compañeros de coro, para en el Diario de Teruel del día 16 de agosto, aburrirnos con una salmodia cien mil veces repetida. Está bien que hable del padre Moratalla y de otros hombres y mujeres miembros de su Iglesia, que realizan una labor encomiable para la “educación y rehabilitación de jóvenes”. Pero no calle cuando cientos de sacerdotes han sido acusados de abusos a niños y jóvenes y su Iglesia ha pagado muchos millones para que se haga el silencio. Está bien que hable de que la Iglesia está del lado de la mujer maltratada. Pero no calle el desprecio a la mujer en la Biblia, ese libro ahistórico en el que se afirma una cosa y su contraria, en el que tan pronto te dicen no matarás como bendicen la escabechina de “infieles”; tan pronto te piden que pongas la otra mejilla como que saques a hostias a los mercaderes del Templo. Está bien que se diga que la Iglesia está con los pobres, pero no oculte el apoyo o el silencio de la Iglesia con los poderosos: Hiltler, Mussolini, Franco, Pinochet, Videla, Constantino y Justiniano. Está bien que hable de la Iglesia y su contribución a la Cultura pero no oculte la quema de libros y el Index Librorum Prohibitorum.
Valoro y admiro la labor de algunos de los miembros de la Iglesia pero condeno y desprecio sus silencios. Silencios vergonzosos. Cómplices.

Otrosí: en mi carta al director del pasado día 16, bajo mi firma aparece Girona. Ignoro cómo se ha producido ese error. Yo soy de Villarquemado, Teruel, Aragón, España. Que conste. Si fuera de Gerona, enviaría mis escritos al Diari de Girona. No como otros, que siendo de Gerona, Málaga, Cádiz o Ciudad Rodrigo, escriben en el Diario de Teruel para contarnos que Dios les hace la cama o que los progres no irán al cielo.

Evaristo Torres Olivas. Villarquemado

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