“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 26 de noviembre de 2008

El constructo del convoluto

Hay días en que a uno le hacen sentirse como un gilipollas. Hoy ha sido uno de ellos, leyendo la Tribuna abierta de don Javier Úbeda Ibánez. El autor, que figura como escritor al pie de página, para contarnos cuatro obviedades, recurre a un lenguaje ampuloso y rimbombante, digno de figurar en una antología titulada “Cómo contar en cuarenta líneas lo que se puede decir en dos palabras”. Si pretendía hacernos volver a las tediosas clases magistrales de antaño, en las que un señor con traje oscuro y gafitas se escuchaba a si mismo mientras los estudiantes pensaban en las musarañas, lo ha conseguido. Hace falta valor para ponerse a hablar de constructos, reticularidad compleja, fuentes antropológicas del saber cegadas y redes relacionales y multidimensionales, en una colaboración de apenas media página. Pero lo peor es que tanta pretendida filigrana y virguería, le hacen incurrir en absurdos como “conservadores de nuestra sociedad, musicalmente ciegos…….”. Yo a los únicos musicalmente ciegos que conozco son Ray Charles y Stevie Wonder, pero no creo que don Javier se refiera a ellos. Estas cosas pasan por pretender hacer con las palabras lo mismo que los especuladores con los ladrillos: meter el máximo número en el mínimo espacio. Las frases, al igual que los edificios, necesitan respirar, luz, funcionalidad, estar al servicio de las personas y no consistir en alardes inútiles ni en exhibicionismos chapuceros para satisfacer el ego de los escritores o arquitectos. Al artículo del señor Úbeda le sobran doscientas palabras. Es musicalmente sordo.
Otrosí: Cuando ya había escrito esta carta, la curiosidad me ha llevado a buscar en internet algún dato biográfico sobre don Javier Úbeda y me he encontrado con una sorpresa: en http://www.mercaba.org/FICHAS/Mass%20Media/hombre_ante_la_sociedad_de_la_in.htm, aparece un texto de don Alejandro Llano, catedrático de Metafísica en la Universidad de Navarra, y recogido en las Memorias del III Congreso de Católicos y vida pública: Retos de la nueva sociedad de la información. Uno de los apartados del citado texto, titulado Iniciativa social, es idéntico al publicado por don Javier en el Diario de Teruel. No tengo ninguna prueba de que se trate de un plagio, pero espero que el autor o el Director del Diario de Teruel puedan aclarar esta confusión. Por la verdad y el respeto a los lectores.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado

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