Yo tengo casi cinco veces once años y no soy alumno del CIP Las Anejas pero me gusta mucho la iniciativa del profesorado y del alumnado de enviar cartas al Director para expresar sus quejas sobre todo aquello que no les gusta de su ciudad: Teruel. El botellón, las cacas de los canes y la “jibarización” de la pista de atletismo hasta dejarla del tamaño del futbolín de Barbie y Ken, han sido los asuntos sobre los que Rosa María, María e Isabel han creído oportuno llamar la atención. ¡Viva el poderío de las mujeres! En eso consiste la democracia, en decir lo que se piensa, llamando al pan pan y al vino, vino (o al ¡pan, pan!, Albino, vino). Que se enteren los ciudadanos y las autoridades de que no todo funciona bien, de que debemos ser más respetuosos, más limpios y menos especuladores. Y que en la mayoría de los casos, si no se protesta, nadie nos hace caso. Con vuestras cartas, nos estáis poniendo un espejo delante de las narices y el azogue nos devuelve una imagen en la que salimos feos, feos.
Lo único que no me gusta es el nombre de vuestro cole. Las Anejas suena a auxiliar, a sucursal, a algo secundario anexionado a un edificio principal. Tiene su explicación histórica según he leído en vuestra página web pero con iniciativas como esta habéis demostrado ser la sede central de la que salen las buenas ideas. Hala, a escribir una carta al director proponiendo un cambio de nombre. CIP Las Principales.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
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