“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 7 de noviembre de 2025

El doctor Gimeno de Teruel Existe

He criticado en varias ocasiones la incompetencia oratoria de varios políticos de Teruel Existe: Tomás Guitarte, Pilar Buj, Beatriz Martín y el ex del partido Joaquín Egea. Hoy quiero hablar de otro qué sí lo hace muy bien: Manuel Gimeno. Escuchen este video. Se darán cuenta de que Manolo sabe de lo que habla. Es médico con muchos años de experiencia. Maneja datos oficiales, cita a organizaciones conocidas y reconocidas. No está todo el tiempo leyendo, sino que en muchas ocasiones levanta la vista del papel y mira al público. Lo básico que te enseñan en cualquier taller de cómo hablar en público. Argumenta bien, su dicción es clara, se le entiende todo. Utiliza datos generales y también ejemplos personales, de sus amigos y colegas médicos, con lo que consigue que nos emocionemos. En resumen, siguiendo a Aristóteles y su Retórica, en el discurso del señor Gimeno encontramos el logos: utilización de argumentos sólidos y lógicos; el ethos: Manolo es médico y tiene autoridad para hablar de medicina; y el pahos: sabe conectar con los sentimientos, llega al corazón de los oyentes. Escuchen a las otras personas que me mencionado al principio y podrán observar las enormes diferencias. No me resisto a mencionar por enésima vez las palabras de mi amiga Merche, compañera de trabajo de hace cuarenta años, que les decía lo siguiente a quienes hablaban mal y sin saber del tema: “Si no sabís, no hablís, es mejor que os callís”. 

Evaristo Torres Olivas

jueves, 6 de noviembre de 2025

Pilar Buj: precio y valor

 La diputada de Teruel Existe en las Cortes de Aragón, Pilar Buj, es un claro ejemplo de las carencias de muchos de nuestros políticos. Este es su breve currículum: “Teruel, 1973. Secretaria general de Comisiones Obreras en Teruel durante los últimos seis años. Es auxiliar de ayuda a domicilio y tiene conocimientos en relaciones laborales”. Fue de número dos en la lista electoral por Teruel en las últimas elecciones autonómicas, detrás de Guitarte. No es que yo defienda que todos los políticos deberían tener unos antecedentes académicos brillantes y, de hecho, como responsable de recursos humanos durante muchos años, he podido comprobar que algunas personas con muchos títulos resultan mediocres en el desempeño de sus labores profesionales. La falta de títulos se puede suplir con experiencia. Pero si no hay ni título ni experiencia, el resultado es casi siempre un fracaso. Una buena selección debe buscar la adecuación de persona y puesto. Un doctor en ingeniería puede ser un gran técnico, pero un pésimo jefe. Tomás Guitarte tal vez sea un buen arquitecto, pero es un orador deficiente. Ignoro en qué destaca la diputada Buj, pero sí sé que es una pésima comunicadora. Solo hay que escuchar sus intervenciones en las Cortes: lee, mal, sin levantar la vista del papel ni mirar a nadie, cuando la labor de un parlamentario consiste en parlamentar, hablar, ser hábil en la oratoria. En cuanto a su competencia para la escritura, produce vergüenza su ignorancia. En un reciente artículo de opinión publicado en varios periódicos, escribe: “Desde hace más de 135 años, bajo regímenes políticos muy distintos y contextos socioculturales diferentes, la escuela pública ha sido garantía de educación de calidad y de equidad social, de libertad de pensamiento y de educación”. Para comprobar la calidad de la educación solo hay que repasar algunos de los libros de texto durante el franquismo. En cuanto a la libertad de pensamiento, no es necesaria ninguna escuela: cada uno puede pensar lo que le dé la gana, tanto en una dictadura como en una democracia. Otra cesa diferente es la libertad de expresión. La señora Buj es un claro ejemplo de la confusión entre precio y valor: el alto precio que nos cuesta la señora Buj a los ciudadanos es de 76.799.84 euros anuales y el valor que aporta está muy por debajo. Teruel Existe, y otros partidos, necesitan con urgencia un profesional en recursos humanos que les ayude a elegir a los mejores en cada puesto.

Evaristo Torres Olivas


miércoles, 15 de octubre de 2025

Javier Arnal y el periodismo al servicio del poder

 He tardado una semana en decidirme a comentar la columna de Javier Arnal, Genocidio de cristianos, publicado el pasado día 8 en las páginas de Diario de Teruel. Algunos amigos a quienes pedí su opinión sobre el artículo me contestaron que ellos no leen a Javier Arnal desde hace muchos años. Yo sí lo leo, aunque se me revuelva el estómago cada vez que lo hago. El señor Arnal presume de ser periodista, de haber dirigido un periódico nacional, una canal de televisión y de haber escrito en multitud de medios. Razones suficientes para pensar que se trata de un profesional independiente, objetivo y riguroso. Pero nada más lejos de la realidad. En la columna objeto de este comentario, se queja de que se habla mucho de lo que hace Israel en Palestina y apenas aparece en la prensa lo que hacen los musulmanes en Nigeria. Escribe que “cada vez más, tenemos la convicción de que los medios de comunicación están concentrados en grupos o personas de influencia mundial. Es noticia lo que ellos dicen que lo es, y su importancia la que ellos dicen”. Habla más adelante de “la hipocresía internacional y el sectarismo informativo”. En parte tiene razón pues los medios de comunicación son un negocio, cuyos propietarios son empresarios con sesgo ideológico, que dependen de las subvenciones de los políticos y de la publicidad.  Todos los medios, incluidos aquellos en los que ha trabajado y dirigido el señor Arnal. Deciden la agenda, qué publican y qué no. Si favorece a su partido lo ponen en portada en grandes letras y si le perjudica lo pasan a la página 33 o 45, en un pequeño recuadro que nadie lee. Solo tienen que ver quién mandaba en la Comunidad Valenciana o en la ciudad de Castellón cuando Arnal dirigía el periódico o la emisora de televisión. Pero lo peor de todo, es la mentira y en eso el señor Arnal es un maestro. Cuando habla de Nigeria, no tiene ninguna duda de llamarlo genocidio de los musulmanes contra los cristianos, pero cuando se refiere a las acciones de Israel en Gaza, pone la palabra entrecomillada: “genocidio”. Se utiliza esa forma para dar a entender lo opuesto al sentido literal, como cuando le decimos a alguien que ha hecho una chapuza que es un “genio”. Adicionalmente, don Javier recurre a dar cifras escalofriantes de muertes y de iglesias destrozadas en Nigeria, sin citar fuentes. Consigue con esto algo muy utilizado por los políticos en sus intervenciones: cuando un socialista le reprocha al PP la corrupción de la Gürtel, Bárcenas o los asuntos del novio de Ayuso, el PP replica con los ERE de Andalucía y los chanchullos de Cerdán, Ábalos y la parentela de Sánchez. El “y tú más”. En resumen, que el artículo de Javier Arnal es un claro ejemplo de que el periodismo ha pasado de ser el cuarto poder, si es que alguna vez lo ha sido, a cloaca del poder que lo subvenciona, político, empresarial y publicitario.

Evaristo Torres Olivas