“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 5 de marzo de 2024

Mi perro Koldo y yo

 Mi perro Koldo y yo pasamos mil aventuras que vais a comprender. Corremos aquí, saltamos allá y alegres seguimos. Es alto y fuerte. Me protege, aunque no siempre me obedece. A pesar de que Koldo no ha asistido nunca a una escuela canina, me hice con él porque me lo recomendaron. Es muy bueno para controlar rebaños y no duda en ser violento si las cosas se complican. A mí me fue siempre fiel y me resultaba muy útil. Para mí, Koldo es como el mono Amedio para Marco.  Y ahora, efectivamente, las cosas se han puesto feas debido a los supuestos mordiscos o mordidas de Koldo.  Pero yo no he sido, me acabo de enterar, que diría Bart Simpson. ¿Acaso soy yo el guarda? Les recuerdo que el vigilante es él. Los vecinos que me odian han aprovechado la ocasión para hacerme responsable de todo, como si sus perros no se hubieran cagado nunca en la calle que es de todos y se hubieran olvidado de sus mordidas. Habría que recordarles aquello de la paja y la viga o que la mano larga de la derecha no vea lo que hace la mano extensa de la izquierda. Entre dueños de perros, no nos pisemos la correa o si preferimos la expresión de nuestros hermanos argentinos, entre gauchos, no nos pisemos los ponchos. Bastante tengo yo con haber perdido a mi mascota para que encima me vengan a tocar las narices.  A ti que me criticas, quiero dedicarte las siguientes palabras: “Toíto” te lo consiento, menos faltarle a mi perro, que a mi perro fui a buscarle yo y a ti te encontré en la calle. Quiero terminar con un consejo a mi fiel servidor que tanto ha hecho por mí: Koldo, sé fuerte.

Evaristo Torres Olivas

                                            Koldo, sé fuerte

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