“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 21 de marzo de 2023

El deber cumplido de Vicente Guillén

 Ocho años en el Congreso, ocho en el Senado, ocho en las Cortes y la alcaldía de Cedrillas configuran la prolija vida política del parlamentario socialista, que ahora da un paso al lado. "Me voy por decisión personal, sin estar amargado y con la satisfacción del deber cumplido", afirma. Añade que entra en la edad de jubilación y entiende que ha llegado la hora de ceder el paso a gente nueva. Como “gran lector” que es, tiene claro que invertirá su tiempo en leer, en escribir artículos de opinión y en cultivar su vida familiar . Y viajará”. Todo lo anterior está copiado del Heraldo de Aragón del día 14 de este mes para hablar de Vicente Guillén. De todo lo que dice hay una cosa que me produce risa y otra que me asusta. Me da risa que diga que ha llegado la hora de ceder el paso a gente nueva, después de haber acaparado cargos durante un cuarto de siglo. Y se va porque cumple la edad de jubilarse con la pensión máxima. Lo presenta como un gesto de generosidad cuando se trata de egoísmo y narcisismo en grado sumo. Lo que me asusta es que va a escribir de nuevo artículos de opinión, algo que tenía abandonado desde el año 2015 en su blog AhoraTeruel. Leer sus artículos es un suplicio por lo mal escritos que están y por los sectarios. Admiro a los políticos que con una vida laboral amplia, con unos logros profesionales demostrables en una actividad, deciden poner sus conocimientos y experiencia al servicio se su país, comunidad, ciudad o pueblo, por un periodo máximo de ocho años y después vuelven a su profesión. Pero Vicente Guillén no reúne esos requisitos. Entraron un día en la política y en cuanto lograron un cargo retribuido, y muy superior al que percibían en su profesión, no se apearon del carro o no se apearán hasta la jubilación. Nos dirán que lo hacen por vocación de servicio, por pasión por lo público y otra cháchara habitual. Pero la única pasión que demuestran es la pasión por su bolsillo. Dice Vicente Guillén que se va con la satisfacción del deber cumplido, y tiene razón. Se propuso como deber vivir de la política y lo ha conseguido. Solo espero que los artículos de opinión que envíe al Diario de Teruel no se los censuren, aunque a mí me produzcan arcadas, como hizo con los míos ese correligionario suyo y también acaparador de cargos, Antonio Ernesto Arrufat Gascón, un demócrata de toda la vida, gran defensor de la libertad de expresión . 

Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por si fuera poco, se jubila con muchos menos años que un ciudadano normal. No le da vergüenza que otros de su edad, que trabajan de veras, tengan que jubilarse a los 67 años, y él, con esos guebazos, lo haga sin cumplir ni 65. ¡Adelante con los faroles!

Anónimo dijo...

Garrapatas... .