Publicado en el Heraldo de Aragón 11/10/2022
El pasado día uno de octubre se publicaba en Heraldo de Aragón una noticia para informarnos de que el exalcalde Juan Antonio Belloch, el presidente de la Diputación Provincial, Juan Antonio Sánchez Quero y el presidente Lambán habían arropado en un acto en la Expo a la aspirante a la alcaldía de Zaragoza, Lola Ranera. Que los tres se deshicieran en elogios hacia la señora Ranera está dentro de lo esperado. “Seriedad, honradez, honestidad, rigor, capacidad” han sido palabras pronunciadas por el señor Belloch para describirla. Y también le ha dado un consejo al PSOE: que vaya a las elecciones municipales “sin arrogancia y sin descalificar a nadie”. Muy buen consejo. Tan bueno que los siguientes oradores no le han hecho ni puñetero caso. Sánchez Quero ha dicho de Azcón que “Zaragoza tiene un alcalde interino, que está deshojando la margarita, que mira más por sus intereses particulares que los de la ciudad”. El presidente Lambán, para no ser menos, ha calificado a Jorge Azcón y a Pedro Santisteve como dos alcaldes “absolutamente fallidos”. Y para rematar la faena, la aspirante, Lola Ranera, ha afirmado que la ciudad ha estado sometida a “siete años de parálisis” con Santisteve y Azcón. Para ella, Azcón es "un alumno aventajado de la señora Rudi" por su "preocupación por las flores y las fotos, muchas fotos y marquetin" y que "hace política para unos pocos, para sus amigos" y deja como legado “una ciudad más sucia”. Ante tal desobediencia a don Juan Antonio, caben tres posibles explicaciones: que Belloch pinta menos en el PSOE que Pichorras en Pastriz; que Ranera, Lambán y Sánchez Quero no entienden qué significa la expresión “sin descalificar a nadie”; que en el PSOE tienen como norma decir una cosa y hacer justo la contraria. Si no fuera porque la política es algo muy importante y que los políticos toman decisiones que afectan a todos los ciudadanos, estos despropósitos nos producirían risa, pero lo único que consiguen es desprestigiar una actividad y a los responsables encargados de ejercerla. Con arrogancia y con intención de descalificar a todos los que no sean de su partido.
1 comentario:
Las tres posibles explicaciones son ciertas.
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