Morón y los políticos poco útiles

 Cualquiera que lea mi blog sabe que al político Samuel Morón, presidente de la Comarca Comunidad de Teruel y portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Teruel, no le tengo ninguna simpatía. En su faceta política, debe entenderse, que en la privada seguramente es un padre ejemplar. Pero como político es nefasto, con una preparación intelectual con muchas lagunas, una prepotencia sin límites y con el atrevimiento de la ignorancia. Después de cada pleno, en las páginas del Diario de Teruel nos cuenta siempre la misma historia, mal escrita, machacona, simplona: que el PP gobierna y gestiona mal y que el PSOE, su partido, es la solución a todos nuestros males. Pura cháchara a los ciudadanos a los que nos toma por imbéciles. Hace unos días, un amigo me envió un video de la comparecencia del señor Morón ante los periodistas después de un pleno unos días posterior a la caída del Torico. Las palabras de Morón producen vergüenza, mucha vergüenza. Pensar que con dinero público se paga a personas tan ignorantes para arreglar los muchos problemas que tenemos los turolenses produce una mezcla de rabia, impotencia y desconfianza en un sistema que llamamos democrático pero que presenta muchas lagunas. Invito a los lectores a que escuchen el video completo o, si no tienen tiempo, que lo escuchen a partir del minuto 4:25. Comprobarán que don Samuel Morón no tiene ni los más mínimos conocimientos de Derecho. Además, es un experto en tirar la piedra y esconder la mano, o si se quiere decirlo de manera más clara, ese dicho que nos cuenta lo de habla tú que a mí me da la risa. Tras arremeter contra la alcaldesa y dos concejales por su incumplimiento de dos decretos, pretende que sean otros, las asociaciones o la propia alcaldesa, quienes denuncien las irregularidades del Ayuntamiento ante los tribunales. Y cuando le preguntan por qué no lo denuncia el Partido Socialista, don Samuel se siente molesto. Ignora que esa es una de las funciones de la oposición, que, si considera que se han vulnerado las leyes, denunciarlo antes las autoridades competentes. Decirlo delante de unos periodistas no tiene ningún valor. Donde corresponde es en los juzgados. Pero en este caso, Samuel Morón piensa que entre partidos no hay que llevar las cosas más allá de un punto, o como diría por su profesión de bombero, de la que nunca debería haberse apartado para meterse en política, entre bomberos no nos pisamos la manguera. Dimita, señor Morón y vuelva a su trabajo de apagar fuegos, pero no los de la política.

Evaristo Torres Olivas