“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 17 de agosto de 2022

Lanzamientos

 Al igual que no se debe meter a un elefante en una cacharrería, no es recomendable jugar al fútbol en una cristalería u organizar una competición del tiro al plato en una gasolinera. Pero hay gente que se obstina en hacer cosas en el sitio equivocado. Como en Cascante del Río, Teruel, que han organizado el “Campeonato del Mundo de Lanzamiento de Carretillo”. Lo han hecho en la Plaza del pueblo. Con un par. Este año, uno de los participantes ha errado el lanzamiento del carretillo de veinticinco kilos y si no es porque ha impactado primero contra un altavoz, lo estampa en la cabeza de alguno de los espectadores que asistían al acto. Hay que reconocer que los que tienen la potestad para corregir los errores han decidido que para próximas ediciones se tomarán las medidas de seguridad necesarias para que no se le arranque la cabeza a ningún vecino o visitante del pueblo. Han decidido, con mucho criterio, que a partir de ahora la prueba se celebrará en un espacio más grande y se protegerá la zona destinada al público. A esto se le llama sentido de la anticipación, visión de futuro o previsión y capacidad de gestión. Hay que hacer las cosas cuando hay que hacerlas, ni antes ni después. No hay que despilfarrar recursos antes de hora. Si hay un agujero en el patio del colegio, no hay que precipitarse ni tomar medida alguna hasta que un niño se tuerza un tobillo o se haga una brecha en la frente. Que algunos descerebrados (hombres jóvenes, porque siempre son varones de entre dieciocho y veinte años) circulan por las calles del pueblo a cien cuando el límite es veinte, no hay que tomar ninguna medida hasta que no atropelle a una persona. ¿Se imaginan qué pensaría la gente si las autoridades competentes arreglaran el agujero del patio del colegio o tomaran medidas para que no se circulara a más de veinte antes de que un niño se torciera el tobillo o se atropellara a una persona a cien por hora? Pensarían que se ha despilfarrado dinero público en cosas no imprescindibles. Con los necesario que es el dinero para otras cosas más importantes, como el Campeonato de Lanzamiento de Huesos de Oliva o el Concurso de Jotas Guarras. Cada cosa a su tiempo y un tiempo para cada cosa.

Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

El Genaro dijo...

Vamos de sobrados por la vida. Y a veces hacemos corto