“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 5 de julio de 2022

Samuel Morón y la mediocridad

 Para saber si un político es un mal político, solo hay que escucharle o leer sus opiniones en prensa. Cuando dice o escribe que todo lo bueno lo ha hecho su partido y todo lo malo los demás estamos ante un político malo, malo, malo. Cuando dice bobadas sobre sus líderes, bobadas que avergüenzan por lo almibaradas y aduladoras, seguimos ante un político de cuarta. Cuando habla de todo sin saber de nada, tenemos la certeza de que se trata de un político mediocre. Cuando en sus redes sociales solamente admite comentarios elogiosos y elimina cualquier crítica, estamos frente a un político de bajo nivel además de un enemigo de la libertad de expresión de quienes no le llenan de elogios y de me gusta en las redes. El mejor ejemplo que se me ocurre es Samuel Morón, concejal socialista del Ayuntamiento de Teruel y presidente de la Comarca de Teruel. Escribe mucho y mal, opina de todo y no sabe de casi nada. Las críticas a la oposición son ácidas y los elogios a los suyos pringosos de tanto azúcar. No acepta ningún comentario en las redes que no sea de elogio y admiración. Tuve ocasión de comprobarlo hace unos días. Entré en su Facebook y escribí lo que cuento aquí, pero sin tanto detalle. La respuesta fue eliminar mi comentario. Por privado le dije que me parecía mal y su contestación fue: “Lo que no admito son los insultos”. Por lo visto, cuando él arremete contra todos los que no son de su cuerda, se trata de diagnósticos y si le critican a él estamos frente a insultos. Una provincia como Teruel, despoblada y con tantos problemas, necesita políticos preparados, buenos gestores, con una trayectoria profesional de éxitos y no a personas con un currículum exiguo. Personas como Morón no superarían una entrevista de trabajo para dirigir una empresa, por pequeña que fuera. Le faltan las competencias necesarias. Sin embargo, dirige una comarca y aspiraba a dirigir un ayuntamiento de una ciudad de 36 000 habitantes. Este tipo de anomalías solo se dan en la política. Así nos va.

Evaristo Torres Olivas

2 comentarios:

ABOGADO dijo...

Eres muy benevolente con él. Si habla de todo y no sabe de nada es un político IGNORANTE y ANALFABETO, que sólo progresa en política por babear por los jefes. Le podías haber invitado a la masterclass de cómo superar una entrevista de selección, aunque no está hecha la miel para la boca del asno y sembrarías en desierto. Si lo que vemos en el panorama político nacional da asco, qué podemos esperar de lo que hay en la provincia de Teruel. Por eso no hay que darles lo más preciado que tenemos los ciudadanos: el voto.

Anónimo dijo...

Teruel es un reflejo a pequeña escala de España para muchas cosas y el nivel de nuestros políticos no es una excepción. Samuel Morón es un ejemplo de politiquillo, algo boquirrubio y zascandil (con lo del Torico, por ejemplo), que ha de partirse la cara (es un decir) por los suyos durante estos años, aun a sabiendas de que no se va a comer un colín en las próximas elecciones. Sus jefes lo saben, él también, y luego vendrá otra u otro para intentarlo, mientras que su labor de zapa y "desgaste" será recompensada con algún carguillo, al estilo del albéitar ese que está atornillado a los cargos públicos desde hace años.
Tiene razón Abogado cuando dice que eres benevolente con él. No es mediocre, es de muy baja estofa, pero intenta cumplir -como puede- con su tarea.