Siempre la misma monserga

 No todas las opiniones tienen la misma credibilidad ni todas las opiniones son respetables. Todo depende de los conocimientos que tenga sobre la materia la persona que opina, la calidad de los argumentos y la capacidad de comunicación. Todo lo anterior me sirve para decir que yo no creo ni respeto las opiniones de Rocío Féliz de Vargas y menos aún las de Samuel Morón. Los dos concejales del Ayuntamiento de Teruel, la del PP y el del PSOE, son un ejemplo de pobreza argumentativa, siempre la misma escasez de recursos, y la limitada capacidad para comunicar por escrito. En las páginas del Diario de Teruel una y otra vez se reprochan lo mismo con las mismas palabras. La última entrega es de doña Rocío en nuestro diario provincial de hoy. Para la concejala del PP, Morón “o tiene memoria selectiva o clara intención de engañar a los turolenses”.  Añade que el PSOE deja las arcas públicas en bancarrota y el PP tiene que tomar medidas necesarias para sacar a Teruel y a España adelante. Solo el PP, según ella,  es capaz de remontar las crisis y los ciudadanos lo saben. No olvida el mantra de que bajar los impuestos, a todos, ciudadanos, empresas y autónomos, supone dinamizar la economía y fomentar el consumo. Eso lo ha debido de aprender en algún libro de autoayuda, Todo lo que debes saber de economía en dos tardes. Concluye su perorata diciendo que el PSOE, cuando gobierna solo o con “malas compañías” improvisa, solo se fija en el corto plazo y acaba con el estado del bienestar. Afortunadamente, ahí está el PP con su proyecto serio avalado por su gestión. Y se queda tan ancha. Dentro de unos días, en las mismas páginas del Diario de Teruel, le contestará Morón, ese gran experto en todo, con idénticos argumentos, con la única diferencia de que todo lo malo es obra del PP y todo lo bueno que pasa en Teruel, Aragón y España es debido al Partido Socialista Obrero Español. Y así se agotará la legislatura, se celebrarán nuevas elecciones, gobernará el PP o el PSOE, pero los concejales serán los mismos y otros cuatro años, unos y otros, doña Rocío y son Samuel, a repetir el mismo mantra, la misma monserga, simplista y simplona.   

Evaristo Torres Olivas