Mayte Pérez y la piel

 Llevo muchos años siguiendo a Mayte Pérez en sus apariciones públicas, en sus entrevistas, en sus declaraciones cuando le ponen una alcachofa delante. Puedo decir que soy especialista en Mayte Pérez. También lo soy de otros destacados socialistas turolenses: Arrufat, Herminio Sancho y Samuel Morón.  Pero hoy toca hablar de Mayte Pérez. Acaba de ser reelegida secretaria general del PSOE de Teruel. En su discurso, que resume Diario de Teruel, no defraudó. Sigue siendo la política turolense que más habla para no decir nada, palabrería huera, generalidades. Mayte tiene muchos tics cuando habla y muchas expresiones que repite una y otra vez. Su favorita es que va a dejarse a piel por nosotros. La recoge el subtítulo del artículo del Diario de Teruel. Lleva dejándose la piel desde hace bastantes lustros, tantos como lleva en política. Por ese motivo, cada vez que aparece en la tele, me fijo en su cara, en sus manos, en sus brazos y piernas por si detecto algún pellejo que se desprende, ese pellejo que se juega por nosotros todos los días. Sin embargo, no noto nada raro, ninguna roncha rojiza, ningún desprendimiento ni descamación. Luce con la piel de la cara tersa y cuidada—iba a decir que luce con la cara dura, pero no lo digo—y con un brillo especial. Debe de usar buenas cremas dermoprotectoras de las mejores marcas y de las más caras (su poder adquisitivo se lo permite, pues lleva muchos años viviendo de la política). Seguramente utiliza la locución verbal de dejarse la piel como una metáfora para decirnos que realiza un esfuerzo titánico, sobrehumano, para que en Teruel no nos falte de nada, pero yo no se lo noto. No tiene ojeras que delaten su falta de sueño por dedicarse a nuestra salvación. Lo que sí he observado en nuestra política es que de vez en cuando incorpora nuevas palabras a su cháchara vacía. Al dejarse la piel, recursos endógenos, pasión por crecer, iniciamos una nueva etapa, Aeropuerto de Teruel, Motorland y Dinópolis, acaba de incorporar la palabra cantonalista—que le ha copiado a Lambán y hacerle así la rosca— para retratar a Teruel Existe. Como no podía ser de otra manera, otra de sus expresiones favoritas. Yo les prometo, queridos lectores, que también me voy a dejar la piel, las pestañas y lo que haga falta para desenmascarar a tanto facineroso y facinerosa que nos toman por imbéciles. No me temblará ni la mano ni el pulso ni se me caerán los palos del sombrajo.

Evaristo Torres Olivas

Cuando se tienen tantos papeles y tan ordenados encima de la mesa, es que no se han mirado en  diez años. Se colocan para aparentar. Poca piel se ha dejado en leerlos. 

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