Arturo Aliaga vale por diez

 Cuenta la diputada del PAR Esther Peirat que su jefe, Arturo Aliga, ha declarado que va a emplearse al “1000% en la recuperación económica desarrollando políticas PAR”. Las políticas IMPAR, aunque no lo dice, las debe reservar para los demás partidos; de lo contrario, debería emplearse al 2000%. Si los demás diputados y consejeros se levantan a las 8 de la mañana, suponiendo, que es mucho suponer, que se emplean al 100%, don Arturo debe de levantarse a las tres o las cuatro de la mañana para ponerse a trabajar. Si los demás dedican ocho horas a su trabajo, Aliaga que se entrega al 1000% dedica ochenta horas diarias como mínimo. Que un diputado corriente interviene 40 veces al año en las Cortes, Aliaga lo hace 400. Si los demás parlamentarios tienen 104 sábados y domingos de descanso, don Arturo solamente disfruta de 10,4. Vacaciones, solo tres días al año. Mientras los demás dormitan en el coche oficial, él sigue dale que te pego con el ordenador, la tablet o el móvil. No debe de parar para desayunar, comer y cenar, sino que, mientras trabaja, algún ayudante, asesor o amigo le debe de ir metiendo trocitos de comida, como se hace con los niños. Eso no es vida y si tenemos en cuenta que lleva dos décadas encadenando puestos políticos que, trabajando al 1000%, son como diez décadas, cien años, creo que ya va siendo hora de que le rindamos un merecido homenaje. Y todo lo hace por un mísero salario de 82.509,42 € bruto/anual. Creo que sería de justicia que su salario se multiplicara por diez para que fuera proporcional al esfuerzo y al tiempo trabajado. Si el retrato del exalcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha costado 11.000 euros que pagaremos con nuestros impuestos, qué menos que hacer uno de Arturo Aliaga de 110.000 euros, cuando nuestro vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial se jubile. Menos mal que solo se ha ocupado de las políticas PAR. ¿Se imaginan que también se hubiera ocupado de las IMPAR? Para que luego digan los ignorantes que los políticos no dan palo al agua. Si al almirante Blas de Lezo le llamaban “Mediohombre”, porque le faltaba un ojo, un brazo y una pierna, a don Arturo le deberíamos llamar “Diezhombres” porque él solo vale por diez y tiene más cabezas, ojos, brazos y piernas que nadie.

Evaristo Torres Olivas