Catacaldos

 Publicado en Diario de Teruel 18/03/2021

 Culo de mal asiento, no acaba cosa ninguna y empieza ciento. Ese refrán es perfectamente aplicable a Pablo Echenique y Pablo Iglesias. En un partido que presume de tener mucha gente preparada, son siempre los mismos los que ocupan los puestos más apetecibles, aunque muy pronto se cansan y se van a ocupar otro. Culo veo, culo quiero. Los dos Pablos empezaron siendo eurodiputados, pero al poco tiempo se cansaron. Echenique se presentó de diputado autonómico, pero también lo abandonó para irse a Madrid. Iglesias también se hizo diputado en Madrid, y vicepresidente y en dos meses lo abandonará todo para irse al Ayuntamiento de la capital. Quienes nos hemos dedicado profesionalmente a la selección de personal desconfiamos de los picaflores, aquellos que empiezan muchos trabajos y no terminan ninguno. Suelen ser personas inconstantes o excesivamente ambiciosas, inseguras, inmaduras e irresponsables que quieren probarlo todo, pero muy pronto se aburren y quieren pasar a otra cosa. Los mejores candidatos son aquellos que tienen un historial laboral ascendente, que han permanecido en un puesto, han obtenido unos buenos resultados y han sido promocionados a otro de mayor responsabilidad. Se empieza de becario, después ayudante de ingeniero, ingeniero, jefe de ingeniería y director de operaciones. Cada paso adelante se consigue tras demostrar que se es competente en el anterior. ¿Qué consiguieron Iglesias y Echenique en el corto tiempo que estuvieron en el Parlamento Europeo? Nada. ¿En qué destacó Echenique en las Cortes de Aragón? ¿Iglesias ha conseguido grandes cosas como vicepresidente segundo y ministro de Asuntos Sociales y Agenda 2030? Lo único que han conseguido es cobrar todos los meses de nuestros impuestos a cambio de muy poco. Los dos Pablos serían de esos candidatos a los que, tras la entrevista, yo anotaría en mi libreta: catacaldos, aprendices de todo, maestros de nada. No recomiendo su contratación. A ellos les daría las gracias por venir a la entrevista y les diría que en unos días les mandaríamos una carta con la decisión tomada. La que se merecen. 

Evaristo Torres Olivas