“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

sábado, 2 de enero de 2021

Pedro Che y Dabiz Muño Hoz

Publicado en Diario de Teruel 3/1/2021

Las feministas llevan años quejándose, con razón, de que la publicidad utilice a las mujeres como objetos para vender coches, colonias, carreras de motos o cualquier otro producto. Pero se quejan menos de la utilización que hace una televisión de Cristina Pedroche y sus ridículos vestidos de Nochevieja. Cada cual puede ponerse los trapos que quiera, en eso consiste la libertad, pero la libertad también consiste en que yo pueda decir que los trapos que le hacen poner a Cristina Pedroche hacen un flaco favor a las mujeres. Pedroche se embolsa 60 000 euros por posar diez minutos delante de las cámaras vestida con un edredón y después con una mascarilla de luces. Y un mes antes ya levanta expectación lanzando mensajitos sobre el traje que lucirá en Nochevieja. A ella le da igual el daño que pueda hacer a otras mujeres. Debe de pensar aquello que decía Góngora de que ande yo caliente y ríase la gente. Caliente con un edredón y que se parta de risa la gente, pero en su cuenta 60 000 euros más. No le importa que nadie hable del traje que llevará su compañero presentador en Nochevieja. Ni tampoco le importan las chorradas que dicen los diseñadores del edredón y que no solamente ofenden a las mujeres, sino que nos toman a todos los ciudadanos por imbéciles: el edredón no es un edredón sino “una pieza gigante deconstruida” y la mascarilla de brillantes es “un micro vestido joya” porque “desde el principio, la obsesión de Cristina era llevar luz a los hogares”. Es, cuentan, un estilo denominado "Confinamiento Couture".  En lo único que tienen razón los diseñadores es en decir que “ha sido una bonita forma de poner un broche de oro a un año horrible”, aunque se han olvidado añadir que el broche de oro ha sido para ellos y para Pedroche que se han forrado a costa de la desgracia del virus. No hay mal que por bien no venga, podrían añadir. Esta tomadura de pelo dice muy poco de nosotros por admirar a personas como Cristina Pedroche o a su marido, un cocinero que se llama David Muñoz pero que se ha hecho famoso por escribir su nombre con faltas de ortografía: Dabiz.

Hebaristo Torrez Olibas

Billarkemado (Theruel)

1 comentario:

ABOGADO dijo...

Y qué dirá el ministerio de igualdad? Pedroche se ha embolsado 60.000€ y su compañero Chicote 30.000€ por el mismo trabajo. Este trabajo no está contemplado en ningún convenio colectivo y, por eso, pueden pagar distinto importe por el mismo trabajo, aunque deberían quejarse los que lo hacen cuando es al revés, pero, estando regulado por convenio, todas las personas de la misma categoría laboral cobran lo mismo, sean hombres o mujeres. luego hay complementos que se cobran en función de si se realiza la tarea o no para poder cobrarlo.