“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 21 de enero de 2021

Made in USA, no bueno

 No me gustan los Estados Unidos. Los Estados Unidos cuya capital es Washington. Ni me gusta su democracia, ni su cultura ni la prepotencia que exhiben sus dirigentes, se llamen Carter, Clinton, Bush, Obama, Trump (el peor de todos) o Biden. Cuando hablan de América se refieren solamente a su país, el resto de América les importa un bledo, salvo para derrocar gobiernos e imponer dictaduras. Cuando hablan de Norteamérica, solo se refieren a su país y a Canadá o México que les den morcilla. En el país cuya capital es Washington la política se mezcla con la religión, y todos los presidentes, en sus discursos, no dejan de hablar de Dios, y que Dios proteja a América, pero no a todos los 35 países de América sino únicamente al país cuya capital es Washington. Ese país ha impuesto su cultura al resto del mundo y ha hecho todo lo posible para fomentar el racismo y el odio. Como decía el boxeador Muhammad Ali (Cassius Clay), en la cultura oficial todo es blanco, incluso Tarzán, el rey de la selva, que se pasaba la vida saltando de árbol en árbol en un continente donde el 85 por ciento de la población es negra. Y lo más absurdo es que Tarzán hablaba con los monos, los leones y cualquier otro bicho salvaje y los negros que llevan siglos viviendo en esas tierras, nada de nada, ni siquiera se entendían con su perro. Los negros solo servían para decir sí bwana o sí amo. Están tan convencidos de la supremacía blanca que hasta la residencia presidencial se llama la Casa Blanca.  Por si todo eso fuera poco, la financiación de las campañas electorales goza de mucha opacidad y se gastan cantidades ingentes en los dos únicos partidos que se turnan en la presidencia. Diez mil millones de dólares se gastan en comerle el tarro a los ciudadanos, lo que hace casi imposible que otros partidos se puedan presentar. Pero es que, además, si las empresas inundan a los dos partidos con ríos de dinero, ¿cómo se van a atrever los candidatos a tomar decisiones que favorezcan a los ciudadanos frente a las empresas? Tampoco me gusta que el país que presume de ser una gran democracia ni siquiera tiene una sanidad pública universal. Si no tienes pasta para pagarte un seguro privado y estás en el paro, mejor no ponerte enfermo ni que te tengan que operar. Por el contrario, el presupuesto de Defensa, para destrozar a los países que no les gustan, es el más elevado del mundo. Cuestión de prioridades: entre gastar para mantener la vida o producir la muerte, eligen lo segundo.

Evaristo Torres Olivas

3 comentarios:

mls dijo...

Muy bueno Evaristo, ¿ pero qué puedes esperar de muchos de los hijos de la Gran Bretaña?

ABOGADO dijo...

Ya me gustaría a mí que nos pareciéramos un 10% a la democracia de Los Estados Unidos. Si esa democracia no te gusta, qué dirás de esto que tenemos aquí, que es una partitocracia. En la democracia de Estados Unidos se dan las dos características que tiene que tener una democracia formal: primero la representatividad, es decir, que los diputados y senadores representen a sus electores, que es lo que allí hacen y no al partido político de turno que es lo que ocurre aquí( impensable que aquí los diputados y senadores voten en conciencia en contra de su jefe de partido y allí, el presidente, no ha puesto a ningún diputado ni senador en las listas, sino que se lo han ganado ellos en doble vuelta. Y segundo, hay separación de poderes y no me voy a extender en explicar lo que ocurre en España, tan solo un ejemplo: el presidente del Consejo General Del Poder Judicial, que es el órgano de control de los jueces, es, a su vez, presidente del Tribunal Supremo, es decir, es controlador y controlado a la vez. Otro ejemplo, el poder ejecutivo(gobierno) se sienta en el banco azul del congreso de los diputados(poder legislativo) y vota las leyes que, se supone, elabora el legislativo. En cuanto a la financiación de las campañas electorales, aquí los partidos políticos son parte del Estado porque están financiados por el Estado y dejan de ser el eslabón que pone en contacto al ciudadano con el Estado. Y no te olvides de una cosa, es que gracias a ellos, en Europa, no somos todos alemanes, altos, rubios y con ojos azules. Tuvieron que venir ellos a salvarnos en las dos guerras mundiales. Que tienen defectos, sí, pero nosotros infinitos más.

Anónimo dijo...

Hollywood y su propaganda consiguió otra proeza: convencer al mundo de que la derrota nazi fue cosa de EE.UU. con el apoyo de los amigos ingleses y la resistance francesa… cuando fue la URSS.
Y ya han muerto por coronavirus en EE.UU. más personas que en la Primera Guerra Mundial.