Me ha gustado mucho el artículo de opinión de doña Berta Zapater en el Diario de Teruel del 25 de enero. Doña Berta es portavoz del PAR en la Diputación de Teruel y crítica, muy crítica, con la actual dirección del partido. Yo que nunca he votado ni votaré al partido del inefable José Ángel Biel, el del clavico del abanico y de moler gordo, admiro la valentía de la señora Zapater para airear los trapos sucios de su partido. Todo lo que señala no es exclusivo del PAR sino de todos los partidos españoles. A saber, según la diputada: “La dirección actual está sobrepasando los límites de la ética política. Maneja los órganos del partido y sus convocatorias en su propio interés, compra el silencio y la voluntad de algunos cargos públicos, trata de cambiar el nombramiento de diputados provinciales”. Acusa a los actuales dirigentes de querer manejar el partido como si fuera su chiringuito, “su empresa privada”. Si en lugar de PAR, ponemos PSOE o PP, todas las críticas que hace le serían aplicables, sin mover una coma. ¿Qué han hecho durante años, y siguen haciendo, Vicente Guillén y Mayte Pérez en el PSOE de Teruel? ¿Qué han hecho, y siguen haciendo, Manuel Blasco, Carmen Pobo y ahora Joaquín Juste en el PP? Pues mangonear a su antojo, colocarse los primeros en todas las listas para ocupar puestos bien retribuidos, una y otra vez, legislatura tras legislatura, anular a los que les critican y repartir cargos a los aduladores, aunque no tengan ni la formación ni la experiencia necesarias para ocupar puestos de responsabilidad. Para comprobarlo, solo hay que repasar los historiales profesionales de presidentes de comarcas y de diputaciones, diputados provinciales, autonómicos o nacionales, subdelegados del Gobierno o cualquier otro puesto. Personas que en un país serio nunca ocuparían esos puestos, debido a sus carencias intelectuales, ideológicas y políticas, como manifestaba hace unos días el escritor Pérez-Reverte a un periódico británico. Pero en España cualquiera vale para cualquier puesto, aunque no sepa hacer la o con un canuto. Esa es nuestra tragedia. Yo no soy tan optimista como doña Berta Zapater y no creo en la regeneración ni del PAR ni de ningún otro partido español.
Evaristo Torres Olivas
1 comentario:
Pues te tendrás que ir pensando eso de votar.
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