Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos (hay que tomar aire antes de poder leerlo de un tirón sin ahogarse), de padre francés y madre argentina, tiene tres nacionalidades: francesa, española y argentina. Ortega Smith y Echenique cuentan con doble nacionalidad: española y argentina. A Echenique, los otros dos lo quieren echar de España por extranjero. Incluso algunos, como el impresentable Federico Jiménez Losantos le pide que se vuelva a su Rosario natal porque es “un argentino que defrauda y vive de la Seguridad Social” y le manda callar con un contundente “chitón, Echeminga dominga”. No piensa lo mismo Federico de su amiga Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, ni ha tildado a Ortega Smith de extranjero, que no solamente es argentino y español, sino que tiene un Smith en su apellido que no es precisamente muy español ni mucho español. Es el apellido más frecuente en el Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y los Estados Unidos, que no son colonias españolas. Si tanto Ortega Smith como Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos fueran consecuentes con sus ideas, mañana mismo tomarían un avión y saldrían de España porque no tienen el pedigrí que se necesita para ser español y mucho español. Pero, si se quedan en España, habría que exigirles que tramitaran con sus otros países el copago de la Seguridad Social. En el caso de Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, Francia debería pagar un tercio, Argentina otro y España el restante. En el caso de Ortega Smith, el pago debería ser a pachas entre España y Argentina, o tal vez también habría que investigar si el Smith de Ortega proviene del Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos o incluso Irlanda y, una vez aclarado, exigirle a ese país su aportación correspondiente. Y también habría que considerar que por ley se les impidiera ocupar puestos de responsabilidad en el ejército o en asuntos exteriores, no vaya a ser que entrásemos en conflicto con Argentina, Francia, o el país del Smith de Ortega y los pongamos en un aprieto para saber de qué lado están. Y, para terminar, quiero dejar constancia que ni Ortega Smith ni Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos ni Echenique cuentan con mi simpatía. Los tres me parecen unos boceras. O voceras.
Evaristo Torres Olivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario