“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 30 de diciembre de 2020

No el lo mismo ocho que ochenta

Ayer hablaba de lo injusto que es dar el mismo tratamiento o consideración a las personas, sin atender a diferencias legítimas. Si, en una clase, el profesor trata igual y pone la misma nota a los buenos estudiantes que se esfuerzan y trabajan que a los que no dan palo al agua, lo que hace es fomentar la mediocridad. Si valoramos de igual manera la película Lo verde empieza en los Pirineos que otra de nuestro paisano Buñuel o de Berlanga, estamos demostrando que no tenemos mucho criterio. Es cierto que la gravedad de no hacer distinciones entre lo bueno y lo malo depende de quién hace la valoración. No es lo mismo si quien equipara Cateto a bordo con Viridiana o La vaquilla es una persona lega a que lo haga la directora del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. La publicación del libro de relatos Cuento de Navidad es un buen ejemplo de no saber separar el grano de la paja por parte de personas que sí deberían tener criterio suficiente para hacerlo. Esa obra está editada por el Instituto de Estudios Turolenses, que depende de la Diputación Provincial de Teruel. Tanto los políticos que dirigen la Diputación—Manuel Rando—como los que lo hacen del IET—Nacho Escuín— o bien son unos ignorantes o han hecho una dejación de funciones grave. Un centro que dice encargarse de “divulgar y promover la cultura y la ciencia relacionada [sic] con la provincia de Teruel” debería ser más riguroso y cuidadoso con la imagen que proyecta de nuestra provincia. Frente a la calidad y prestigio de la revista Turia que dirige Raúl Carlos Maícas, nos encontramos con propuestas tan mediocres como el citado libro de relatos, en el que se mezclan escritores turolenses con talento con otros que no tienen ninguno. Como si en una muestra de cine de calidad se mezclara a Buñuel y Berlanga con los directores de bazofias como ¡Ja me maaten...!, Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera o FBI: Frikis buscan incordiar; o como si en el Prado se colocara, al lado de Velázquez y Goya, la restauración del Ecce Homo de Borja por doña Cecilia Giménez. Una cosa es la equiparación de los ciudadanos en derechos y obligaciones y otra dar a cada uno lo que se merece.

Evaristo Torres Olivas

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