Publicado Diario de Teruel 23/10/2020
“No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha”. Eso parece que les dijo Jesús a sus discípulos. Pero los dirigentes del PP, muy defensores ellos y ellas de nuestras tradiciones cristianas, se las pasan por la entrepierna todos los días. Sobre todo, cuando se trata de congraciarse con los jefes y asegurarse el puesto en las siguientes elecciones. Tal es el caso de la alcaldesa de Teruel, Emma Buj. Su artículo en la sección de opinión de Diario de Teruel del pasado día 18 de octubre produce vergüenza ajena. Se aprovecha de la situación de miedo y preocupación que produce la COVID-19 en la ciudadanía para decirnos lo guapos que son y el tipo que tienen quienes dirigen el Ayuntamiento de la capital, es decir el PP, y lo malos que son los socialistas que mandan en Aragón y en España. Lo primero que habría que decirle a doña Emma es que si hay que contarles a los ciudadanos lo que han hecho es que no han hecho mucho porque, de lo contrario, la gente se daría cuenta por sí misma. En segundo lugar, habría que decirle a la alcaldesa que no es necesario recurrir a la exageración, a la hipérbole, para ridiculizar al adversario político. Veamos algunos ejemplos. Dice la señora Buj: “Antes de la declaración del Estado de Alarma, flotando en el ambiente que la situación era mucho más grave de lo que nos estaban contando, ya clausuramos actividades culturales y deportivas”. Aquí los del PP se atribuyen cualidades de perro pachón para olerse que la cosa era más grave de lo que—ellos, los malos—nos estaban contando. Más adelante nos hace brotar las lágrimas con las acciones heroicas del Partido Popular: “A pesar de la inmensa escasez de mascarillas y Equipos de Protección Personal conseguimos hacer adquisiciones de estos elementos y distribuirlos por toda la ciudad allí donde hacían falta”. No solamente había escasez de mascarillas, sino que la escasez era inmensa, pero a pesar de todo, y jugándose la vida y la hacienda, los bravos dirigentes del ayuntamiento consiguieron salvarnos. También recurre al lenguaje vacío, a la tautología, para no decir nada: “El Ayuntamiento estará donde tiene que estar”. Claro, y hacer lo que tiene que hacer para que los problemas se resuelvan como tienen que resolverse. Porque las cosas son como son. Y la derecha es como es. Una montaña de mentiras. Un océano de exageraciones.
Evaristo Torres Olivas
1 comentario:
Totalmente de acuerdo, pero tanto la derecha como la izquierda. El problema es de quien vota.
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