“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

sábado, 9 de mayo de 2020

Los ciudadanos y los políticos

Titular de un periódico nacional: “La población de este país está dando una lección tremenda a los políticos”. Durante todos estos días de confinamiento, los elogios a los ciudadanos han sido unánimes como también lo han sido las críticas a los políticos. Algo que no tiene mucho sentido. Pues no debemos de ser tan buenos los ciudadanos cuando somos los que elegimos a esos políticos inútiles. Mucho ojo y mucho criterio parece que no tenemos. Pero lo que llama la atención es que son los propios políticos, junto con algunos periodistas y algunos profesores, quienes elogian al pueblo y critican a los políticos que no son de su partido o de su ideología. Y llegan a decir barbaridades. Una cosa es la libertad de expresión y otra los insultos, la manipulación y ponerse a hablar sobre asuntos de los que no se tiene ni idea.
 Empezaremos por los que padecen el efecto Dunning-Kruger. Entre ellos colocaría al periodista turolense Javier Arnal, un habitual en las páginas de opinión del Diario de Teruel durante la cuarentena. Don Javier no es médico, ni científico, ni ha dirigido ninguna empresa importante, pero en sus columnas opina con suficiencia de medicina, de política y de los que sea. En conclusión, como dicen los que entienden de estas cosas, el señor Arnal cree que puede solucionar los problemas de España y lo más probable es que no sepa de lo que está hablando.
 Más peligroso es otro turolense, farmacéutico y profesor en una universidad católica privada. Se llama José María de Jaime Lorén. En un artículo de opinión en Diario de Teruel, uno de los escritos más nauseabundos que he leído en los últimos tiempos, dice entre otras cosas repugnantes sobre el portavoz del Ministerio de Sanidad durante la pandemia, que es “un “experto” del tipo de Simón, sí, el “epidemiólogo”. Un estómago agradecido, o que aspira a serlo”. Da miedo pensar que en las universidades haya profesores con tan poco rigor y tan escaso bagaje ético.
 Ya dentro de los políticos, destacaría a dos de nuestra provincia: Joaquín Moreno, alcalde de Utrillas y Alberto Herrero, diputado. El primero de Ciudadanos y el otro del Partido Popular. Ambos recurren a la misma estrategia: elogiar a los ciudadanos y descalificar al Gobierno. Manipulan los datos a su antojo, tanto los médicos como los económicos. El atrevimiento de la ignorancia junto con la mala fe.
 Ya fuera de Teruel, dentro de los políticos nefastos destacaría a tres: Rosa Díez, exsocialista, ex de UPyD y hoy cercana al PP, Pablo Echenique, de Podemos y Macarena Olona, de Vox. Las ocurrencias de Díez, una mujer con enormes lagunas culturales e intelectuales, producen risa. O miedo. La última consiste en proponer un golpe de Estado a través de la implantación de un Gobierno de emergencia.
 Pablo Echenique, el diputado y portavoz de Podemos en el Congreso, que no ha hecho otra cosa en política que no sea ocupar puestos que luego abandona, destaca por su capacidad para inundar las redes y las tertulias y entrevistas en radios y televisiones con toneladas de basura. Hace unos días decía que, si el PP no apoyaba el estado de alarma, sería responsable del “colapso del sistema sanitario y miles de muertos”.
 Dejo para el final a la peor de todas: Macarena Olona, de Vox. Es la peor porque, a diferencia de los otros, es brillante. Abogada del Estado, domina perfectamente el arte de la oratoria. Con su voz pausada y dulce, es capaz de decir las mayores burradas sin inmutarse. Macarena Olona demuestra que la efectividad retórica es independiente del contenido moral y de las virtudes cívicas del orador. La diputada de Vox, con su ridícula mascarilla con la bandera de España, insulta, miente, manipula y dice salvajadas que asustan. Lo mismo declara que el Gobierno quiere que los niños de “0 a 6 años reciban educación sexual, que se les hable de sexo anal” que llama al presidente Sánchez Pedro “el Sepulturero”.
En medio de tanta porquería, reconforta que el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, pronuncie algunas de las palabras más sensatas durante estos días. En su intervención en el Congreso dijo: “Nosotros, señorías, apoyaremos la prórroga del estado de alarma. Y lo haremos porque así lo recomienda el comité científico principalmente”. Breve y sencillo. Noble y de sentido común.
Evaristo Torres Olivas
                                      TOD@S SOMOS AMAZONAS

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El elogio en tono paternalista e infantil hacia la "ciudadanía ejemplar" durante este confinamiento ha sido bochornoso. Se ha señalado -vía telediarios o redes sociales- a los "insolidarios" de manera constante (merecidísima, casi siempre) y se ha mantenido bajo la tutela del Estado durante 50 días a toda esa ciudadanía, con un estado de excepción disfrazado en otro de alarma, del que solo se ha destacado el ingente número de multas. Luego, se ha apelado a la responsabilidad de cada uno: o sea, si sale mal es nuestra culpa...
Pero estos políticos son los que nos merecemos y hemos votado, desde luego. Y el nivel es el que es. Que en Diario de Teruel veamos artículos de los políticos locales es habitual y lo esperado: de los unos y de los otros, con su "langue de bois" o no decir nada, sus consignas aprendidas y su sermoneo. No hacerlo sería raro e incluso lo pediríamos.
Uno de los primeros que citas es un opinólogo, que son los que por desgracia corean y crean "opinión", repitiendo ideas de otros, porque carecen de pensamiento propio: como afirmas, opinan de lo que sea y tratan de vender siempre la misma moto, cuando les llevan ya varios cuerpos de ventaja. De la clase política que has nombrado, echo en falta algún preboste turolense de otros partidos, de esos que cuando comenzó toda esta desgracia afirmaban sin rubor (y sin conocimiento) su orgullo de pertenecer al partido que está en el gobierno y que -no lo dudaba- nos sacará de esta mejor de lo que entramos...Ahí lo quiero ver, cuando esto termine, dando abrazos.

ABOGADO dijo...

Los ciudadanos no eligen a nadie, las listas han sido hechas por los cabecillas de cada partido y con el voto lo que se hace es ratificar lo que otros han elegido. Comité de expertos? Entre los primeros, porque estos últimos se han ocultado siendo ello una ilegalidad, había un profesor de filosofía del Derecho, una periodista,...teniendo 9 de los 15 carnet del partido. Las incongruencias que se detectan cuando se presenta cada fase los delatan