Mi amiga Mercedes, cuando escucha a gente que pontifica sobre asuntos de los que no tienen ni idea, siempre les lanza este dardo: “Si no “sabís”, no “hablís””. Estoy seguro de que durante estos días de confinamiento se lo habrá gritado a más de uno al escucharlos en los medios de comunicación. Políticos, periodistas y espontáneos se han puesto a despotricar contra el Gobierno y las autoridades sanitarias por la gestión de la pandemia del coronavirus. En los medios turolenses y en las páginas de opinión de Diario de Teruel también hemos tenido algunos de esos todólogos ignorantes, valga el oxímoron, que se han desahogado a gusto con sus peroratas. La libertad de expresión es una cosa y tener dos dedos de frente es otra. A estos ciudadanos irresponsables habría que enseñarles cuándo conviene el silencio y cuándo es necesario gritar. Y estamos en unos momentos en los que es necesario el silencio, arrimar el hombro, apoyar a quienes tienen la responsabilidad y la legitimidad para tomar decisiones. No es el momento para criticar ni al presidente Sánchez ni a Pablo Iglesias; tampoco para ponerse a decir que Cáritas es más eficaz que los servicios sociales de las administraciones estatales, autonómicas y locales. Todos y todas son necesarios. Cuando hayamos superado esta dura prueba y volvamos a la normalidad, ya pediremos responsabilidades, criticaremos a los políticos, a los servicios sociales, a las musarañas origen del virus y a los chinos que se comen a las musarañas. Pero hasta entonces, dejemos trabajar y apoyemos a los políticos, los responsables sanitarios, profesionales de la medicina y la enfermería, personal de limpieza, militares, camioneros, cajeros y cajeras de tiendas y supermercados, asociaciones de vecinos, voluntarios y voluntarias. Y a los salvapatrias, sabelotodo, cantamañanas y afectados de incontinencia verbal, junto con mi amiga Mercedes, les digo: si no “sabís, no “hablís”. No quiero terminar esta carta al director sin dejar constancia de mi repulsa y desprecio a todos los que se hacen pasar por médicos o expertos sin serlo y llenan las redes con falsedades, generan falsas esperanzas y ponen en peligro la vida de los ciudadanos. Y a todos los que las difunden sin verificar las fuentes y la veracidad de los contenidos.
Evaristo Torres Olivas
3 comentarios:
Hola Evaristo. Es conocida la frase de Don Manuel Azaña que decía: "Si cada español hablara solo de lo que sabe, se haría un gran silencio nacional que podríamos aprovechar para estudiar". Un abrazo, ánimo y paciencia.
Martín.
Querido Evaristo:
Suelo estar de acuerdo contigo en prácticamente todo y en este asunto no va a ser menos. No he podido seguir la actualidad del Diario de Teruel y no sé exactamente de quién son esas opiniones, aunque me imagino por dónde van los tiros. Reconozco que no es el momento, desde luego, pero tampoco se ha de olvidar quiénes son los que están al frente de la gestión en estas circunstancias. Otra cosa es que se haga a toro pasado, con un prurito de superiodad moral, etc., que para eso todos tenemos dentro un epidemiólogo (además de un seleccionador de fútbol y un presidente, por supuesto).
Por cierto, "todólogos ignorantes" también podría ser un pleonasmo, ¿no?
Abrazos
Evaristo, yo cada vez que pienso que la máxima autoridad sanitaria de este pais, en estos momentos, es Salvador Illa me pongo a temblar y, de verdad, crees que hay que dejarle actuar?.Actuar a su debido tiempo y datos para ello había de sobra. Incompetentes a los que todavía no he oído autocrítica.
Publicar un comentario