“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 12 de noviembre de 2019

Mediocridad

El pasado día 8 de noviembre, Diario de Teruel publicaba sendos artículos de opinión de las concejalas del ayuntamiento de la capital Rocío Féliz de Vargas y Anabel Gimeno. La primera, del Partido Popular; la segunda, de Unidas Podemos. Doña Rocío, licenciada en Derecho y doña Anabel, en Historia y especialista, según ella, en cien cosas más, entre otras, profesora de “ingles [sic] y lengua española”. Que tengan ideas opuestas e interpreten los hechos de manera diferente es sano en democracia, pero no lo es hacerlo con mala fe, ignorancia, amnesia y dándole patadas al diccionario y a la sintaxis. Por respeto a los ciudadanos que pagamos sus salarios.
  La señora Féliz de Vargas recurre a un análisis simplista, infestado de lugares comunes y de afirmaciones gratuitas. Según ella, la culpa de todos los problemas que padecemos es de Pedro Sánchez. La solución está en bajar los impuestos para que haya más dinero en los bolsillos de la gente y puedan gastar más, dinamizar el comercio, favorecer el emprendimiento y la inversión empresarial. Doña Rocío está bien informada y sabe que los países que pagan muchos impuestos, como Suecia, Dinamarca o Países Bajos, son líderes en desempleo, desigualdad y precariedad. Pero, ¿qué se puede esperar de un presidente como Pedro Sánchez, que plagia su tesis doctoral?, dice.  En el PP de doña Rocío no se plagia nada ni se obtienen licenciaturas y doctorados sin esfuerzo. Todo lo que se ha contado de los títulos de Casado, Cifuentes o Beamonte es pura mentira para intoxicar a los españoles. Es perfectamente posible obtener un máster sin pisar el aula y conseguir en cuatro días un posgrado de Harvard en Aravaca.  Así piensa, la concejala del PP.
  Para Anabel Gimeno, por el contrario, todo lo malo que tenemos viene del PP y un poco del PSOE. La solución está en Unidas Podemos. Y para demostrarlo, destroza la sintaxis, la ortografía y las más elementales reglas de la escritura. En el primer párrafo, de apenas unas líneas, escribe cuatro veces la palabra gobierno. En el siguiente, sigue diciendo “gobiernan, gobiernos y gobernando”. Y escribe “poderes ecónomicos [sic]” y nos habla de las “grandes piezas del pastel”, como si los pasteles estuvieran hechos de engranajes y bielas como los motores. En una misma línea mezcla los tiempos verbales para generar confusión. A su candidatura la llama “Unidas Poemos [sic]. Coloca las mayúsculas a su antojo, al buen tuntún: “la Izquierda” y “pacto contra la Violencia de Género”. Y dice cosas tan falsas como que la suya es “la única fuerza política que demuestra que se cree el feminismo”. Como todo el mundo sabe, tanto Izquierda Unida en su larga historia como Podemos en la suya más corta siempre han presentado a mujeres para encabezar la organización y todos sus aspirantes a la presidencia del Gobierno también han sido mujeres. 
  Rocío Féliz de Vargas y Anabel Gimeno. Diferente ideología, pero idénticas falta de argumentos y malas artes para manipular.
  ¿A quién le echamos la culpa de que nuestros políticos actuales sean tan mediocres? ¿A los que les precedieron que eran tan mediocres como ellos? ¿A nosotros, los ciudadanos, por conformarnos con la medianía en lugar de la excelencia? ¿A las LOMCE, LOCE, LOPEG y LOGSE?
Evaristo Torres Olivas

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