Es la devaluación de la palabra pública, manoseada y resudada por los políticos, pésimos oradores y acaparadores de la palabra, logrando así vulgarizarla. Poseen una excesiva querencia por aquello que Lázaro Carreter llamaba el "empacho sufijal", por tratar de aparentar mayor cultura o precisión con el alargamiento innecesario de las palabras. Los discursos son intercambiables, al igual que las siglas (escuchamos lo mismo en todos) y la equiparación lingüística de los políticos es ya análoga a la de los futbolistas, que tienen un léxico reducido, lleno de lugares comunes, y que ganan dinero a espuertas, pero no por hablar o gestionar, sino por darle patadas a un balón (también a un rival). Nuestros políticos tienen, además, un nivel intelectual bajo, magro en lecturas y enteco en cuanto al pensamiento y la reflexión. Su preparación es deficiente, no saben gestionar y solo tienen una virtud: saber esperar y medrar. No hay más.
En Heraldo de Aragón de hoy aparecía una curiosa noticia
sobre el complicado reparto de cargos (y cargas); así, Podemos, de acuerdo al
periódico, ha solicitado currículos de "personas afines y demás
ciudadanos" para cubrir perfiles técnicos. Suponemos que será una
imposición del PSOE, pues visto el percal no les queda otra.La tan necesaria formación que cacarean todos los partidos
políticos como medida para paliar los efectos adversos de la crisis (la frase
parece sacada de cualquier declaración) no aparece nunca en los currículos y
motivaciones para designar los muy bien remunerados puestos de directores
generales o similares y convierten a la política en el pesebre al que van las
mentes menos preparadas, los supervivientes natos de las cuchilladas internas
de una empresa llamada partidos políticos.
2 comentarios:
Sucede que, a partir de cierta edad, uno empieza a cansarse más cuando pone las noticias o lee en la prensa las declaraciones de estos tipos (y tipas) y ahora ya sólo pide que, por favor, dejen de hablar, de maltratar aquello hacia lo que los demás mostramos respeto y tratamos de cuidar. Supongo que tendrán "coaches" (o sea, asesores bien pagados) que les enseñarán a repetir como loritos toda esta sarta de lugares comunes y frases hueras, que son las que, en el fondo, una buena parte de la ciudadanía (es decir, de la gente) espera. Y se ganan bien el pan estos asesores, pues conseguir que la patulea de políticos, con su incontinencia verbal y su azoramiento cuando ven cualquier micrófono o cámara para soltar sus tonterías ya memorizadas, tiene mérito.
Gracias a ti, Evaristo, por decir las cosas claras.
Abrazos.
https://blogs.publico.es/escudier/2019/09/12/miau/
No digo más. Tampoco lo diría mejor.
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