Evaristo Torres Olivas
miércoles, 22 de mayo de 2019
¿Subir o bajar los impuestos? Depende
En los debates electorales que he escuchado—siete en total—y
en las declaraciones en la prensa, los candidatos no se diferencian en casi
nada. Sería muy difícil saber si son de la derecha, de la izquierda, del medio
centro o del centro medio si no fuera por los rótulos de sus partidos que aparecen
en las pantallas de las televisiones y en los titulares de los periódicos. Una
de las pocas cosas en las que sí se diferencian es en los impuestos: la derecha
quiere bajarlos y la izquierda subirlos. Los que quieren bajarlos argumentan
que “el dinero donde mejor está es en los bolsillos de los ciudadanos que así
pueden gastar más, haciendo que aumente el consumo, crezca la economía y se
cree empleo”. La izquierda argumenta que “es una entelequia pensar que bajando
los impuestos se pueden tener más servicios”. La primera afirmación
entrecomillada pertenece a Emma Buj, candidata del PP a la alcaldía de Teruel y
la segunda a Blanca Villarroya, de Podemos. La opinión del PP la comparten Vox, Ciudadanos y PAR (este con la boca pequeña) y la de Podemos, IU, CHA y PSOE (este
también con la boquita pequeña: bajar los impuestos es de izquierdas dijo
Zapatero). ¿Quién miente? Las dos propuestas son falsas y demuestran una
ignorancia en economía y una falta de sentido común. A los defensores de bajar
los impuestos habrá que decirles que los países con impuestos más altos son
también los que tienen mayor renta per cápita, mayor productividad y menores
tasas de paro: Alemania, Noruega, Suecia, Países Bajos, Japón, Reino Unido. La economía, la producción y el empleo también pueden crecer con el gasto
público, más incluso que con el aumento de la renta con la bajada de
impuestos. A los que niegan rotundamente
que se puede ofrecer más con menos bastará ponerles un ejemplo para que
lo entiendan. ¿Puede un coche recorrer más kilómetros con menos gasolina? Claro
que sí, los vehículos de hoy consumen menos de la mitad que los de hace treinta
años: motores más eficientes, materiales más ligeros, mejor aerodinámica. ¿Puede
un vehículo consumir mucho menos que otro idéntico del mismo modelo? Por supuesto,
si el conductor del primero conduce a velocidad moderada, sin arranques
bruscos, sin frenadas ni acelerones innecesarios, sin llevar todas las
ventanillas abiertas o poner el aire acondicionado al máximo. Si se controlan
las sicavs, se persigue el fraude fiscal, la economía sumergida y la corrupción,
se pueden bajar los impuestos y prestar los mismos o más servicios. Si la
capacitación y pericia de los políticos, conductores de la economía, fueran mayores, tomarían mejores decisiones y más
eficientes. En resumen, que subir o bajar los impuestos no es malo ni bueno per
se. Depende del momento, porque los impuestos, subir o bajarlos puede
ayudar a estabilizar la economía. Y tampoco hay que olvidar otro aspecto:
los impuestos también sirven para que haya equidad, justicia y estabilidad
social.
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Sin pelos en la lengua
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