Evaristo Torres Olivas
viernes, 24 de mayo de 2019
La selección de directivos
José Antonio Pérez Cebrián ha sido elegido presidente de
CEOE Teruel a la par que anunciaba su próxima jubilación como director general
de Caja Rural de Teruel. El presidente de la entidad ha anunciado que para
sustituirle ha encargado a una empresa externa la búsqueda de un nuevo director
general. En las grandes empresas es lo habitual. Lo sé porque he sido
responsable de recursos humanos durante más de veinte años en empresas
multinacionales. Se hace así por varios motivos. El primero porque las empresas
de selección de directivos tienen a personal especializado y muy cualificado. Además,
si se externaliza la selección se evitan las luchas internas por el poder y las
presiones y tejemanejes de las familias, los grupos y las “mafias” que se crean
en toda organización. De esa manera se consiguen los mejores profesionales en
el mercado o en la propia empresa para ocupar los puestos de mayor
responsabilidad. ¿Se imaginan cuánto mejoraría la gestión política si los
partidos encargaran a empresas externas la selección de los puestos de mayor responsabilidad: candidatos a presidente del Gobierno, de diputaciones y comarcas, alcaldes, diputados, senadores, etc. Mejoraría
mucho la gestión de nuestras instituciones. Se evitaría que personas sin los
conocimientos y la experiencia necesarios ocuparan puestos de responsabilidad o
que teniendo experiencia y conocimientos no fueran en el área que se les asigna.
Detectarían también si una persona muy válida como técnico podría también serlo
como líder de un equipo. Además, serviría de respaldo a los elegidos, ya que su
nombramiento correspondería a criterios objetivos y no a otros inconfesables. Dirigir una empresa es complicado y se busca a los mejores para
obtener los mejores resultados. Pero no menos importante es ser presidente de
un país, de una autonomía, de un ayuntamiento o de un parlamento. En muchas
ocasiones, los partidos ponen al frente de sus listas para dirigir las
instituciones a personas que en una empresa privada ocuparían puestos de subalterno
o de auxiliar.
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Sin pelos en la lengua
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