El ego de Maru Díaz

Hay personas con un ego tan desarrollado que no se explican cómo los demás no nos damos cuenta de su genio y no las elegimos para regir nuestros destinos. Hace unos años, cuando yo trabajaba en el departamento de personal de una empresa multinacional, entrevistamos a un chico joven para un puesto de ingeniero. Tenía un buen expediente académico, ninguna experiencia y un nivel de inglés suficiente. Y estaba encantado de haberse conocido. Sin que nadie se lo pidiera, con mucha ignorancia y atrevimiento, soltó una perorata sobre lo que necesitaba la empresa y que él le iba a aportar. También preguntó qué coche le correspondía y si tendría secretaria. A la media hora escasa, agradecimos su interés y dimos la entrevista por terminada. No hubo más, solo una carta para comunicarle que no había sido el Elegido, con mayúscula. He recordado a aquel engreído aspirante a ejecutivo machito cuando he visto el video promocional de Maru Díaz, candidata a presidenta de Aragón por Podemos. Con coche y secretario. Una voz de fondo nos dice que “aunque no lo sabes, ella es la joven aragonesa media, hija de autónomos”, que por lo visto son los que “sostuvieron Aragón mientras la crisis amenazaba con robarnos el futuro”. A continuación, nos dice que se graduó en Filosofía, “sí, sí, en Filosofía”. Y para confirmarlo, se ve una mano extraer de una estantería el libro Más Platón y menos Prozac. También podría haber elegido El mundo de Sofía, otra de las grandes obras de la historia del pensamiento occidental. Ni una sola mención se hace a su experiencia. Por lo visto, con un título universitario bajo el brazo y un taller del 15M ya no se necesita nada más para presidir Aragón.  Eso sí, tópicos que no falten. Para ilustrar que sus “amigas tuvieron que marcharse al extranjero en busca de oportunidades”, se nos muestra una maleta pequeña con unas zapatillas de baño, unos vaqueros, unas lonchas de jamón (seguramente de Teruel) envasadas al vacío y un bote de Mañocao. Maru Díaz y quienes han hecho el vídeo tienen la misma ingenuidad, ego y atrevimiento que el ingeniero del que hablo al principio. Son personas con potencial, inteligentes, y con un futuro profesional prometedor. Si tienen la humildad y la paciencia suficientes para entender que una carrera no se empieza siendo presidenta de Aragón o consejero delegado de una multinacional.

Evaristo Torres Olivas