“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 15 de marzo de 2019

Las promesas de los políticos

Publicado en Heraldo de Aragón 19/03/2019
El lenguaje de los políticos produce risa en muchas ocasiones. Aprenden a no decir nada en muchas palabras; a salirse por la tangente o por peteneras. Les preguntas por peras y te contestan con manzanas. Pero en otras ocasiones, cuando se trata de asuntos importantes, como la salud, esa forma de chamullar maldita la gracia que nos hace. A los políticos les elegimos y les pagamos para que gestionen y administren lo público y no para que nos contesten con obviedades. Ante el la grave situación de la falta de médicos en el Hospital de Teruel, la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, no puede contestar que el problema está en que “han confluido una serie de circunstancias imprevisibles que han provocado un grave déficit” o que "se está buscando y confiamos  en tener una solución pronto". Decir eso y no decir nada es exactamente lo mismo. Siempre que hay un problema es que han confluido una serie de circunstancias y siempre que hay inundaciones es porque ha llovido. No necesitamos respuestas de Perogrullo sino soluciones. El “estamos trabajando en ello”, aunque sea con el acento tejano de José María Aznar, no soluciona nada ni tampoco el “every day bonsáis” de Zapatero. Los políticos pueden prometer y prometen, como hacía Suárez, y de lo prometido se olvidan hasta las siguientes elecciones que vuelven a prometer lo que no tienen intención de cumplir. En Teruel, legislatura tras legislatura nos prometen hospitales, museos, autovías, trenes y no me extrañaría que en las próximas elecciones de abril y mayo añadan a todo lo anterior un puente desde Teruel hasta Mallorca. Y dos huevos duros, que dirían Groucho Marx y Felipe González. Los turolenses estamos tan contentos que el próximo 31 de marzo, junto con ciudadanos de otras provincias de la España vaciada, iremos en peregrinación  a Madrid, aunque sea descalzos a campo través, para agradecer a nuestros queridos políticos, tanto locales como autonómicos y nacionales, la ingente cantidad de horas y esfuerzo que invierten en tomarnos el pelo. Yo, por mi parte, quiero recomendarles, con el mismo estilo que la consejera de Sanidad, que han confluido una serie de circunstancias que han provocado que en las próximas elecciones no vuelvan a votar a los predicadores que lo que prometen un día no lo cumplen al siguiente.
Evaristo Torres Olivas

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