Evaristo Torres Olivas
viernes, 10 de agosto de 2018
Así funciona el capitalismo
Hace unos meses, le preguntaron a Rafa Nadal en una revista
italiana si en el tenis las mujeres deberían ganar lo mismo que los hombres y
esta fue la respuesta del deportista:"Es una comparación que ni siquiera
debería hacerse. Las modelos ganan más que sus colegas pero nadie dice nada. ¿Y
por qué? Porque ellas tienen más seguidores. En el tenis pasa lo mismo, ganan
más aquellos que movilizan más público". Impecable respuesta. Si se sigue
la lógica del mercado, la piedra angular del capitalismo. La oferta y la
demanda. A mayor demanda de un bien o servicio, dada una oferta determinada,
sube el precio. Si el doble de personas quiere ver los partidos de Nadal frente
a los de Garbiñe Muguruza, es lógico que el mallorquín gane más que la
venezolana. Si la publicidad de Rafa vende más que la de Garbiñe, lo suyo es
que reciba más dinero. El mercado no hace diferencias entre productos y
servicios, no introduce ninguna valoración ni jerarquización en función de su utilidad pública: le da lo mismo vender tabaco, alcohol, pornografía y
Coca-Cola que libros, prótesis valvulares cardíacas, jerséis de lana o cursos
de inglés a distancia. La jerarquía se establece únicamente en función del
dinero que se genera. Así, dar raquetazos a una pelota o patadas a un balón
genera más ingresos que ser un buen médico, un investigador o un experto en
filología griega y latina. Total, ¿a quién le interesa la filología griega y
latina? Y esa es otra de las características del sistema capitalista: nos dicta
en todo momento qué debemos consumir: si Ambiciones y reflexiones de Belén
Esteban o las Geórgicas de Virgilio, si la pizza del Dr. Oetker o la carne de
pollo criado en casa con pienso natural. Lo hace por medio de la publicidad y
de los famosos a los que llama influencers
(influenciadores o influidores), que sin tener conocimientos de nada o tenerlos
solo de una materia, opinan sobre todo y nos recomiendan cualquier cosa. Así,
Rafa Nadal, experto en jugar al tenis, nos recomienda coches, nos dice cuándo
hay que votar, qué zapatillas nos convienen, qué calzoncillos irritan menos la
piel y que Cola Cao alimenta nuestro futuro. Y por qué han de ganar más los
tenistas que las neurocirujanas. Un "vendemotos".
Etiquetas:
Sin pelos en la lengua
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario