En cuanto a la grandilocuencia también tenemos algunos
ejemplos en la llamada nueva política de los nuevos partidos de la gente. En
eso, como en muchas otras cosas, reproducen los mismos tics e idénticas fórmulas
para reírse de los ciudadanos que los viejos partidos. No hay intervención de
Pablo Iglesias en la que no prometa “dejarse la piel” por nosotros. Ayer,Teresa Rodríguez, la jefa de Podemos en Andalucía, escribía que ella y sus “compañeros
y compañeras” han construido Podemos “sacrificando los mejores años de nuestras vidas, las mejores horas del día, las
energías más potentes que hemos sido capaces de generar”. Semejante concepción
de lo que es el sacrificio no produce solamente risa sino también indignación.
¿En qué mundo vive esta señora que cree que cobrar un buen sueldo, con
vacaciones pagadas, despachos maravillosos y calefacción gratis en los
parlamentos es un sacrificio? ¿En qué nube estratosférica tienen alojado el ego?
A la señora Rodríguez alguien debería decirle que el sacrificio y sacrificarse
es otra cosa, que a la “la gente”, a “los de abajo”, no les gustan los líderes
encantados de haberse conocido que nos toman por imbéciles.
Evaristo Torres
Olivas
Teresa Rodríguez sacrificándose por nosotros
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