A principio creí que se trataba de una broma de El País en
el día de los Inocentes. Para no pecar
de idiota, busqué en otros periódicos para confirmar o desmentir la noticia.
Todos la recogían. La noticia es esta: Pablo Iglesias pide perdón a los
inscritos y admite que se ha equivocado. Lo dice en una carta enviada a los
cuatro vientos después de que una abuela extremeña de 76 años le enviara un
whatsapp en el que le pedía que no se pelearan. Pueden escucharlo todo en este video. Al secretario general de Podemos, al Coletas, le ha dado estas navidades
por el género epistolar y en vez de enviar las cartas a los Reyes Magos, se las
manda a Errejón o a todo el que se le pone por delante. A mí lo de “me he
equivocado y os pido perdón” me ha recordado al “lo siento mucho, me he
equivocado, no volverá a ocurrir” de un señor al que pillaron matando elefantes
en África. La verdad es que produciría risa si no fuera porque Pablo Iglesias
es en secretario general de un partido con muchos diputados, cinco millones de
votos y que pretende gobernar este país. Los que se presentan como la nueva
política se están comportando exactamente igual que los de la vieja. Los
abuelos, los niños y los jóvenes dan mucho juego en la demagogia política.
Zapatero nos calentó la cabeza con su abuelo republicano, la niña de Rajoy se
hizo famosa y Pedro Sánchez también nos dio
la tabarra con su joven a la que unos días llamaba Juana, otras, Valeria y otras, Verónica. Ya sé que estamos en las fiestas
navideñas, época del año en la que se lleva lo dulce y empalagoso, el vuelve a
casa, vuelve y las lucecitas de colorines, pero yo creía que en Podemos se
jugaba en otra liga, ya que algunos me han felicitado deseándome Feliz
Solsticio de Invierno, así con mayúsculas y todo. Estas navidades, o este
solsticio de invierno, serán recordados como el momento en que el partido de la
gente, de los de abajo, de los que combatían a los de arriba y a los de la
casta, ha iniciado la larga marcha que, de no rectificar, puede conducirle a la
insignificancia. Otros partidos tardan más en enzarzarse en peleas de poder, de
familias y de clanes. Podemos lo está consiguiendo en poco más de dos años. No
es una Vista Alegre. O Vistalegre.
viernes, 30 de diciembre de 2016
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1 comentario:
A la insignificancia, no sé, pero el espectáculo es lamentable. Quien tenga la fortuna de ser un poco realista y algo de ganas ya puede ir preparando un nuevo 15M (mejor, a ser posible) para estructurar la defensa de la gente de abajo de otra forma... pues me temo que Podemos lleva bastante mal camino.
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