“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 21 de noviembre de 2016

Los indocumentados

Que un indocumentado, en el sentido de ignorante o inculto,  emita opiniones descabelladas es algo que presenciamos todos los días en la barra del bar, en la peluquería o en los programas televisivos de cotilleo. Si bien sería deseable que no ocurriera, no tiene demasiada importancia porque se trata de personas sin ninguna responsabilidad pública. Mucho peor es cuando la ignorancia proviene de políticos, de profesores o de periodistas que sí tienen la obligación de ser sensatos, responsables y rigurosos. Don Luis del Val, que estudió Magisterio y lleva años ejerciendo de periodista, y también fue profesor y político (diputado y otros cargos con UCD),  es uno de ellos. Y eso es grave en alguien que habla en la radio, que escribe en los periódicos y que cobra por ello. El pasado viernes publicó una columna  en el Diario de Teruel, Dinero para pobres, en la que descalifica a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por el anuncio que ha hecho de querer introducir una moneda local o social en Barcelona. Acusa a la alcaldesa de ignorante que “no logró licenciarse en Filosofía y Letras” y añade que  “en  veintisiete siglos el cambio del trueque por el dinero apenas ha experimentado grandes variaciones hasta que ya, a principios del siglo XXI, una mujer pionera en ocurrencias, doña Ada Colau, siendo alcaldesa de Barcelona, anunció el propósito de crear una moneda para pobres”.  Todo su artículo de opinión está escrito con el único propósito de presentar a Ada Colau como una imbécil sin ningún conocimiento de economía. Pero don Luis, que tampoco brilla por sus dotes de economista, ni  consta que haya cursado estudios de Periodismo, se atreve a reprochar a los demás aquello que él no posee. Le hubiera bastado teclear en Internet las palabras historia del dinero para darse cuenta de que a lo largo de los siglos, desde el trueque hasta las criptomonedas actuales, ha habido dinero mercancía (oro, plata, dientes de ballena, tabaco o conchas), dinero fiduciario y que el patrón oro ya hace un siglo que no se utiliza. Y el dinero local o social no es una ocurrencia de Ada Colau, sino que se usa desde  hace  años en muchos países y también en  España. Pero todo eso, a don Luis no le interesa saberlo.  Su propósito no era contar la verdad, sino tildar de incapaz a la alcaldesa. Por tener ocurrencias y no haber acabado la carrera. Y lo dice él que,  con estudios de Magisterio, no sé si terminados o no, fue diputado y director general de Cooperativas y Empresas Comunitarias. A lo mejor también fue “pionero en ocurrencias”.
Evaristo Torres Olivas


1 comentario:

Anónimo dijo...

Bienvenido de vuelta. Espero que estés ya bien de salud.