Evaristo Torres Olivas
lunes, 1 de junio de 2015
Te quiero mucho, como la trucha al trucho
Hay comportamientos humanos que me cuesta entender. Por
ejemplo que una madre vaya a la televisión para decirle a su hijo que lo
quiere. O que una suegra llame a un programa de radio para contar que su yerno
es feo. O que María Soler publique una carta en un periódico (Diario de Teruel
del 29 de mayo) dirigida a su tía Mari Carmen Muñoz para decirle que la quiere
y que es su fan número uno. ¿Qué interés tiene para el lector que una sobrina
quiera a su tía? Si quieres a tu hijo, a tu tía o a tu mascota, díselo a ellos,
demuéstraselo, pero no hagas partícipe a los demás de tus asuntos privados. Tal
vez esta falta de pudor se deba a que nos han acostumbrado, en las televisiones
principalmente, a que todo vale, a que cualquiera, especialmente los famosos,
airee sus intimidades sin ninguna vergüenza. Y en muchos casos, a comerciar con
su vida privada. Los americanos son muy
aficionados a este tipo de exhibiciones impúdicas: no es raro ver a un tío en
un estadio de béisbol con cien mil espectadores empuñar un micro y pedirle
matrimonio a su novia. Alguna vez, el imbécil al que se le ha ocurrido esa
tontería se ha encontrado con que la chica le ha dicho que no. Se lo tiene
merecido. Además refuerza otro comportamiento que no se entiende muy bien: ¿por
qué ha de ser siempre el hombre quien pida a la mujer que se case con él y no
al revés? En este tipo de mensajes personales se hacen afirmaciones que el
lector, que no conoce a las personas ni sus circunstancias, puede malinterpretar.
Por ejemplo, en la carta de María Soler a su tía Mari Carmen, le dice: “Me
regalaste, junto al tío Jesús (que tanto quiero y admiro) dos pequeños
incansables, Nacho y Diego, desbordantes de buen humor y amor que me han dado y
me dan los mejores momentos de cada día. ¿Quiénes son Nacho y Diego? Son
nombres de personas, aunque si son un regalo de unos tíos a una sobrina,
parecen más bien dos gatos, dos perros o dos periquitos. Aunque hablar de amor
y humor en los animales tampoco se entiende mucho. Y tal vez me equivoque pero la tía Mari
Carmen Muñoz de la carta pudiera ser la todavía concejala de Cultura del
Ayuntamiento de Teruel, del Partido Popular. Lo deduzco de la última frase de su carta: “Teruel, la
música y la educación son mejores gracias a ti”.
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A samugazos
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1 comentario:
Pues es cuestion de enfoque, cuando uno ama a alguien muchas veces quiere hacerlo público, porque es tanto sl amor que no cabe para uno mismo, tu dices que no conocemos a esas personas pero tal ves mis la imaginamos y no como pertos gatos o pericos si no como alguien especial ...el amor es así y hay que manifestarlo aunque pocas o muchas veces nos ridiculiza cuando hay declaración o petición de matrimonio pero es según como cada uno lo tome, muchas veces creemos que nuestra pareja nos ama igual como nosotros la amamos pero son diferentes circunstancias y pues así es el amor y amamos tanto como la trucha al trucho!!!💕
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