Evaristo Torres Olivas
martes, 12 de mayo de 2015
Subiendo cuesta abajo
Afortunadamente, tenemos los periódicos para recordarnos las
palabras de nuestros políticos. Palabras de gente preparada, inteligente,
sensata, que si han llegado a ocupar el número uno de sus partidos es porque
destacan, porque ven y detectan lo que los demás ni vemos ni detectamos. Ellos
tienen visión estratégica, intuición y
fino olfato. Inteligencia superior. Los demás no les llegamos a la suela
de sus caros zapatos. Un buen político es capaz de decir en dos palabras lo que
los demás necesitamos diez mil. Ese poder de síntesis, de extraer la esencia,
es lo que les hace seres especiales. Carmen Pobo por ejemplo, la número uno del
PP en Teruel, la presi de la Dipu, la diputada que repite por quinta vez en el
las Cortes. Esta mujer es un dechado de virtudes—y no desecho de virtudes que
dice mi amigo Javier—Doña Carmen tiene tal capacidad de síntesis y de ir al
grano que en los últimos cuatro años en el parlamento aragonés solamente ha
intervenido brevemente en cinco ocasiones. El resto del tiempo lo ha utilizado
para pensar en las muchas cosas que quedan por hacer en Teruel. Y no como
otros, que lo malgastan en intervenciones aburridas que nada aportan. Teruel no
puede esperar y doña Carmen lo sabe. Por eso piensa mucho y habla poco. Pero
cuando habla es inteligencia pura concentrada. El pasado domingo, haciendo
campaña en Orihuela del Tremedal, nos
regaló algunas perlas que recoge el Diario de Teruel del lunes. Por ejemplo, que “tenéis derecho a saber todo lo que hacemos
y lo que no hacemos”. Añadió que “si vamos hacia arriba no podemos dar marcha
atrás”. Y efectivamente, cualquier lector podrá deducir que no miente, porque
si fuéramos hacia arriba y diésemos
marcha atrás, iríamos hacia abajo. Otra
de las joyas que nos regaló fue la siguiente, que deja bien claro lo grande que
es el PP: han sido “quienes han gestionado la crisis y vienen aquí con las
manos limpias y abiertas”. Y efectivamente, el PP es limpio y abierto: los
bárcenas, ratos, fabras, gurteles y operaciones púnicas nos lo han limpiado
todo. Con las manos abiertas y a manos llenas. No me extraña que don Carlos
Muñoz, diputado por Teruel del PP,
estuviera tan orgulloso de su partido y
se fuera a ver a su novia a Tenerife con nuestro dinero. Por todo ello,
concluye doña Carmen Pobo: “Cuando alguien vota en unas elecciones debe
pensarlo bien”. Pensemos y botemos todos
al PP. Con b.
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A samugazos
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1 comentario:
Lo que hacía Carlos Muñoz era legal. Otra cosa es que fuera ético o no, pero legal era. Monago hacía lo mismo y no le obligaron a dimitir. Porque a Muñoz le obligaron a dejar el escaño, como todo el mundo sabe.
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