El cementerio de los políticos muertos (políticamente)

Un lector de este blog me hace un comentario muy gracioso  que refleja muy bien la calidad de los políticos que tenemos en esta provincia. Cuenta el lector que el blog de Vicente Guillén está lleno de enlaces a cadáveres políticos del PSOE.  Vicente Guillén, que tiene un blog invadido por las telarañas,  de lo poco que escribe, recomienda y sigue los siguientes : el de Pepe Blanco, alias Pepiño, que no publica una línea desde hace cinco años; el de Esmeralda Iranzo, aquella senadora de Cella, de cuyo blog, Manantial de ideas, solo brotaron dos entradas y que desde hace más de cinco años está más seco que un polvorón expuesto  al sol de mediodía en el mes de agosto; Jesús Membrado,  exdiputado,  que no escribe nada desde hace cuatro años; Leire Pajín que está desaparecida en combate desde hace mil años; Elena Valenciano, que sestea en Bruselas, y que no ha dicho ni mu  en el blog desde hace ocho meses; y Yolanda Casaus, la que fuera diputada por Teruel en Madrid, y de la que José Antonio Labordeta dijo que “su presencia enseguida confirmaba aquello de Teruel existe. Con ella sobre todo”.  Adivinen por qué. Todos los políticos que sigue Guillén, además de mediocres, están  más amortizados y desfasados que la máquina de coser Singer de la bisabuela. Pero a él le da lo mismo.  Su objetivo no es escribir blogs sino acaparar puestos políticos y batir records de permanencia. Secretario general de PSOE de Teruel, senador, diputado. ¿Alguien de Teruel recuerda alguna intervención brillante de Guillén en el Congreso? ¿Alguno de los lectores puede enumerar algo que haya conseguido Guillén para la provincia? Si para todo está tan al día, seguramente la última película que ha visto será Marcelino, pan y vino, el libro de actualidad que nos recomienda será el de La vida sale al encuentro de José Luis Martín Vigil y su canción favorita,  Has vuelto Melina, de Camilo Sesto. ¿Se habrá enterado Guillén de que Cervantes ya ha estirado la pata? Los políticos del PSOE muertos (políticamente), además de enviarlos a la ONU o al Parlamento Europeo, acaban sus días en el camposanto del blog de Vicente Guillén. Descansen en paz.

Evaristo Torres Olivas