“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

lunes, 16 de junio de 2014

El pulpo

En el anterior Mundial de fútbol, había un pulpo que predecía los resultados de los partidos. En este no sé si habrá pulpo o si se habrán sacado de la manga algún otro animal para llenar las horas que los medios de comunicación dedican a aborregar al personal, que suelen ser casi todas. No solamente con el fútbol sino con otros espectáculos todavía peores. Estuve hace unos días en la Feria del Libro de Madrid y vi cómo delante de la caseta donde firmaba Belén Esteban había una cola considerable y en la que firmaba Carlos García Gual, por poner un ejemplo, no había nadie. Pero de eso hablaré en otra columna. A lo que iba, el fútbol. El pasado lunes hice de pulpo y deseé que a España Holanda le metiera diez goles. Fueron cinco como cinco soles y podían haber sido diez, según me contaron, porque,  como ya les anuncié, no pienso ver ningún partido de la Selección. Ni uno. También deseé que en el segundo partido, que se juega el miércoles, Chile le meta a La Roja una docena de tantos. Si acierto en la misma proporción que contra Holanda, serán seis goles como seis soles. Sería un bonito regalo para Felipe y Letizia en el día más importante de su vida: la Selección vuelve a casa y el país se ahorra 700.000 euros por jugador. Tal vez les haga pensar a los monarcas que si los reyes del fútbol han caído tan pronto, a ellos les puede pasar lo mismo.  No sé si Nostradamus habló de esto en alguna de sus  profecías. Los republicanos nos alegraríamos mucho de que los reyes abdicaran y que el ciudadanos Felipe y la ciudadana Letizia  se presentaran a las elecciones para presidente o presidenta de España, en concurrencia con otros candidatos y candidatas.
  Me alegraré mucho también si la cotización, o como se diga en el mundo del fútbol, de los jugadores de la selección española (con minúscula) cae en picado. Y que a Casillas, el capitán y unos de los negociadores de los más de 700.000 euros por jugador, no lo quiera ni el Teruel; que Piqué  tenga que ganarse el cuscurro, de ahora en adelante,  vendiendo cacahuetes y refrescos en los conciertos de Shakira. Así aprenderán a tener más sensibilidad con los ciudadanos del país cuyos colores dicen defender.

Evaristo Torres Olivas

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Para Evaristo, para. Lo que se llevan los jugadores lo sacan de los anuncios publicitarios, esta vez no es de nuestro bolsillo, por eso se emiten tantos partidos en abierto, para que haya ingresos por publicidad y los futbolistas se forren.
Olvidate por un momento del Felipe y la Leti y retira tu maldición o haz un conjuro, un ensalmo para que se gane; para un poco, que algunos nos va a dar algo.

Eto dijo...

Y la publicidad ¿quién la paga?

Anónimo dijo...

Aún perdonando el "cómo" (¡que les den a los de la Academia!), se advierte en el escrito alguna errata, alguna falta ortográfica y, al menos, una incorrección gramatical. Repase, por favor.

Anónimo dijo...

Hablando del Mundial… ¿se sabe ya si la Diputación de Teruel le pone coche oficial a alguno de sus políticos para ver el España-Chile?

Anónimo dijo...

¿Coche oficial para ir a Brasil? ¿Para qué?, si hay "aeropuerto" en Teruel... . No les demos ideas... .

Los futbolistas de las ligas televisadas se olvidan, efectivamente, de que sus ingresos provienen, en última instancia, de la gente que ve sus partidos; pues sin su colaboración poco meditada -o directamente irresponsable- no les pagarían ni un calcetín de la equipación.
Lo peor no es que no lo saben los futbolistas, sino que no lo saben los espectadores o les da lo mismo. La gente que suele ver el fútbol no ejerce ningún control ni tiene medida ninguna a la hora de endiosar al pateapelotas de turno por destacar en un triste juego de balón.

Este es otro reflejo social donde donde se ve que estamos en una sociedad podrida hasta la médula.
Una sociedad que, mayoritariamente, aprueba que un fulano cobre 20,30 o 40 millones de euros por jugar al balón con otros millonarios, mientras miles de personas alrededor suyo y millones y millones en el planeta no pueden procurarse ni tres comidas diarias.
Esta situación general es, en esencia, la que desean los partidos, la banca, la patronal, las jerarquías religiosas y las instituciones desde locales hasta mundiales. Cuando hablan de "democracia", de "responsabilidad política", de "constitución", de todas las palabras grandilocuentes y vacías con que nos arrasan la mente y los oídos todos los días, en realidad, están diciendo: " estamos dispuestos a todo para seguir promoviendo que haya miles de millones de personas en la miseria, para así posibilitar que unos pocos vivan en el lujo ostentando la propiedad legal y/o el control efectivo de todos los recursos y fuentes de riqueza del planeta".

Esto, resumidamente, y no otra cosa, es lo que se defiende desde el poder económico, político y mediático todos los días.

Anónimo dijo...

Hablando del Mundial… ¿se sabe ya si la Diputación de Teruel le pone avión oficial a alguno de sus vicepresidentes para ir a ver el España-Chile?

Anónimo dijo...

Pues sera Francisco abril.
Seguro