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“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino
El pulpo
En el anterior Mundial de fútbol, había un pulpo que
predecía los resultados de los partidos. En este no sé si habrá pulpo o si se
habrán sacado de la manga algún otro animal para llenar las horas que los
medios de comunicación dedican a aborregar al personal, que suelen ser casi
todas. No solamente con el fútbol sino con otros espectáculos todavía peores.
Estuve hace unos días en la Feria del Libro de Madrid y vi cómo delante de la
caseta donde firmaba Belén Esteban había una cola considerable y en la que
firmaba Carlos García Gual, por poner un ejemplo, no había nadie. Pero de eso
hablaré en otra columna. A lo que iba, el fútbol. El pasado lunes hice de
pulpo y deseé que a España Holanda le metiera diez goles. Fueron cinco como
cinco soles y podían haber sido diez, según me contaron, porque, como ya les
anuncié, no pienso ver ningún partido de la Selección. Ni uno. También deseé
que en el segundo partido, que se juega el miércoles, Chile le meta a La Roja
una docena de tantos. Si acierto en la misma proporción que contra Holanda,
serán seis goles como seis soles. Sería un bonito regalo para Felipe y Letizia en
el día más importante de su vida: la Selección vuelve a casa y el país se
ahorra 700.000 euros por jugador. Tal vez les haga pensar a los monarcas que si
los reyes del fútbol han caído tan pronto, a ellos les puede pasar lo mismo. No sé si Nostradamus habló de esto en alguna
de sus profecías. Los republicanos nos alegraríamos
mucho de que los reyes abdicaran y que el ciudadanos Felipe y la ciudadana
Letizia se presentaran a las elecciones
para presidente o presidenta de España, en concurrencia con otros candidatos y
candidatas.
Me alegraré mucho también si la cotización, o como se diga
en el mundo del fútbol, de los jugadores de la selección española (con
minúscula) cae en picado. Y que a Casillas, el capitán y unos de los
negociadores de los más de 700.000 euros por jugador, no lo quiera ni el
Teruel; que Piqué tenga que ganarse el cuscurro, de ahora en adelante, vendiendo cacahuetes y refrescos en los conciertos
de Shakira. Así aprenderán a tener más sensibilidad con los ciudadanos del
país cuyos colores dicen defender.
Evaristo Torres Olivas
7 comentarios:
Para Evaristo, para. Lo que se llevan los jugadores lo sacan de los anuncios publicitarios, esta vez no es de nuestro bolsillo, por eso se emiten tantos partidos en abierto, para que haya ingresos por publicidad y los futbolistas se forren.
Olvidate por un momento del Felipe y la Leti y retira tu maldición o haz un conjuro, un ensalmo para que se gane; para un poco, que algunos nos va a dar algo.
Y la publicidad ¿quién la paga?
Aún perdonando el "cómo" (¡que les den a los de la Academia!), se advierte en el escrito alguna errata, alguna falta ortográfica y, al menos, una incorrección gramatical. Repase, por favor.
Hablando del Mundial… ¿se sabe ya si la Diputación de Teruel le pone coche oficial a alguno de sus políticos para ver el España-Chile?
¿Coche oficial para ir a Brasil? ¿Para qué?, si hay "aeropuerto" en Teruel... . No les demos ideas... .
Los futbolistas de las ligas televisadas se olvidan, efectivamente, de que sus ingresos provienen, en última instancia, de la gente que ve sus partidos; pues sin su colaboración poco meditada -o directamente irresponsable- no les pagarían ni un calcetín de la equipación.
Lo peor no es que no lo saben los futbolistas, sino que no lo saben los espectadores o les da lo mismo. La gente que suele ver el fútbol no ejerce ningún control ni tiene medida ninguna a la hora de endiosar al pateapelotas de turno por destacar en un triste juego de balón.
Este es otro reflejo social donde donde se ve que estamos en una sociedad podrida hasta la médula.
Una sociedad que, mayoritariamente, aprueba que un fulano cobre 20,30 o 40 millones de euros por jugar al balón con otros millonarios, mientras miles de personas alrededor suyo y millones y millones en el planeta no pueden procurarse ni tres comidas diarias.
Esta situación general es, en esencia, la que desean los partidos, la banca, la patronal, las jerarquías religiosas y las instituciones desde locales hasta mundiales. Cuando hablan de "democracia", de "responsabilidad política", de "constitución", de todas las palabras grandilocuentes y vacías con que nos arrasan la mente y los oídos todos los días, en realidad, están diciendo: " estamos dispuestos a todo para seguir promoviendo que haya miles de millones de personas en la miseria, para así posibilitar que unos pocos vivan en el lujo ostentando la propiedad legal y/o el control efectivo de todos los recursos y fuentes de riqueza del planeta".
Esto, resumidamente, y no otra cosa, es lo que se defiende desde el poder económico, político y mediático todos los días.
Hablando del Mundial… ¿se sabe ya si la Diputación de Teruel le pone avión oficial a alguno de sus vicepresidentes para ir a ver el España-Chile?
Pues sera Francisco abril.
Seguro
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