El pasado día 25 de abril, don Alberto Sabio, catedrático de Historia y secretario de Ideas y Programa del PSOE-Aragón, escribía en estas páginas del Heraldo una tribuna titulada Recuperar el bienestar. Entre la objetividad y el rigor que se le supone al profesor y el barrer para casa propio de los políticos, don Alberto ha optado por lo segundo. El resumen de su exposición es que todos los males que padecemos se los debemos a la derecha y que la solución está en el PSOE. Para ello, según nos cuenta el doctor Sabio, “un grupo de expertos se han puesto a pensar en los últimos meses” y van a presentar sus propuestas en Zaragoza y someterlas a debate. Y para que veamos que los socialistas son buena gente, nos informa de que han hecho un acto de contrición “empezando por reconocer errores cometidos, como la reforma exprés de la Constitución en el verano de 2011, como ha hecho Javier Lambán en repetidas ocasiones”. Está bien reconocer los pecados y pedir perdón, pero se necesita algo más para que los ciudadanos vuelvan a confiar en ese partido. Si nada cambia, lo más probable es que se repitan los mismos errores. En el PSOE siguen los mismos de siempre, no ha habido una renovación de las cúpulas que aireen el partido. Resulta sospechoso que sea ahora, con unas elecciones a la vuelta de las esquina, cuando reconocen algún error. Hubiera sido mucho mejor que en el 2011 se hubieran alzado cientos de voces críticas que hubieran impedido la vergonzosa reforma del artículo 135 de la Constitución, pactada con el PP, esa derecha a la que tanto critican.
En nuestra tradición católica, el arrepentimiento sincero
consigue el perdón de los pecados. En política no debería ser así: podría ser
un atenuante pero nunca una eximente. Los ciudadanos no deberíamos conformarnos
con lo de borrón y cuenta nueva y pelillos a la mar. El que la hace, debería
pagarla. Y el PSOE, a mi entender, pretende irse de rositas del pozo en el que
ha contribuido a hundirnos.
Evaristo Torres Olivas
4 comentarios:
El Psoe no tiene regeneración posible porque es parte principal de la falsa elección entre izquierda y derecha en el estado español. Y es esta la que sustenta los privilegios de los de siempre.
A lo sumo, si se ven mal, montarán otro chiringuito con una siglas nuevas, con las manos "limpias"... para poder presentar algo fresco a la gente y poder así engañarles unas décadas más.
Porque los de arriba, al menos hoy por hoy, tienen que mantener a la gente en la idea de que uno de los principales partidos del estado es de izquierdas. En ningún caso van a permitir o, al menos, se opondrán con todas sus fuerzas, a que el grueso de la población descubra que los dos principales partidos -aparte de muchos otros-, más alguno emergente, son de derechas.
Como ejemplo similar, dentro del rídiculo margen (público, no privado) entre PP y Psoe se sitúa UPyD. Su discurso y sus referentes políticos y sociales son totalmente PPsoe, más de lo mismo 100%; pero por el simple hecho de traer unas nuevas siglas y no haberse visto implicados en tal montaña de corrupción, saqueo y criminalidad múltiple como las dos patas del PPsoe, mucha gente de la educada en dichos "valores" puede que acabe votando a UPyD.
Un partido que tiene absolutamente todos los ingredientes para acabar tratando igual de mal a la población desde el primer día y, por efecto inexorable de cómo está todo montado, si triunfan, acabar transformando el estado español de un bipartidismo a un tripartidismo.
Cambiar algo para que nada cambie. Nada nuevo.
Los medios de comunicación siguen resolviendo que solamente hay dos partidos, y algunos otros, pocos, que no les llegan a incordiar.
El voto es la diferencia.
¿Será posible que, a través del voto, se den por defenestrados?
Votemos a todos y cada uno de los partidos que no tengan NADA que ver con ellos.
Al PAR, mismamente.
Al chiquilicuatre.......
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