Defender la vida

Según algunos destacados miembros del PP de Teruel, defender el aborto es cosa de la izquierda panfletaria. Eso querría decir que salvo Malta, Polonia e Irlanda, que son los países que más restricciones ponen al aborto, el resto de Europa está regida por una panda de rojos ateos sin moral y sin vergüenza. También deben de ser unos izquierdistas peligrosos muchos ginecólogos de prestigio como el doctor Dexeus, el que atendió a la mujer de nuestro presidente Rajoy cuando dio a luz a sus dos hijos. El profesor Dexeus opina que la nueva ley del aborto que pretende aprobar el PP “no modificará el número de abortos, modificará el número de muertas”.  Pero además, añade el ginecólogo, se morirán más las mujeres sin recursos: las que tengan dinero se irán a abortar a Londres, Ámsterdam o Lisboa; las pobres recurrirán a los abortos clandestinos. En resumen, quienes quieren prohibir el aborto para, dicen, defender la vida, va a resultar que lo que van a conseguir es que aumente la tasa de mortalidad de las mujeres.
  Si viviéramos en un mundo ideal, solidario, igualitario, que no tuviera listas Forbes de los hombres más ricos del mundo mientras hay millones de niños que están en las listas de la miseria, la enfermedad y el hambre, seguramente el número de abortos sería menor. Si en los colegios y  los institutos, en lugar de religión, se impartiera educación sexual, el número de abortos en las adolescentes se reduciría. Si en lugar de prohibir el uso de los preservativos, la Iglesia los repartiera entre sus parroquianos, seguramente se evitarían muchos embarazos no deseados y no nacerían niños contagiados de sida o de otras enfermedades, condenados a una muerte segura antes de aprender a andar. Porque vivir enfermo, desnutrido y sin dignidad no es vivir.
 A los partidarios de prohibir el aborto les pido que reflexionen y escuchen las palabras de los expertos como el doctor Dexeus. Para defender la vida.  Para que no aumente el número de muertas en tugurios clandestinos.

Evaristo Torres Olivas