“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 14 de noviembre de 2013

La monarquía socialista aragonesa

Ayer hablaba de la importancia de los genes, además de los estudios de monitor de esquí, para triunfar en  la política.
La monarquía es una institución más antigua que la ciencia de la genética. Sus defensores fueron unos adelantados a su tiempo y ya intuyeron lo que muchos siglos después confirmaría la ciencia: que las características biológicas de los progenitores se transmiten a los hijos.  Es decir,  que de unos procreadores listos suelen nacer hijos listos; y también, de unos ascendientes lelos pueden nacer unos descendientes gilipollas (algo frecuente en las monarquías debido también a causas biológicas: la endogamia).
El único error de los defensores de las monarquías es que creen que además de la gilipollez, la longitud de la nariz o la hemofilia  también es preciso  transmitir  las coronas, las tierras, las riquezas, los castillos y los palacios, la práctica del esquí en Baqueira , los privilegios como cazar elefantes y  a la vez ser presidentes de organizaciones de defensa de los animales salvajes, el derecho a recibir regalos de alto valor y a que los súbditos se arrodillen o doblen el lomo en su presencia.
Hay varios tipos de monarquía: feudal, absoluta, constitucional, parlamentaria, mixta como los sándwiches y republicana como la del psoe aragonés.  Ayer vimos cómo al rey Marcelino  I le ha sucedido su hijo Marcelino II en el Reino de Bonansa y cómo la reina, esposa de Marcelino I ocupa un  puesto bien remunerado en el palacio de la Diputación de Huesca. Por algo a su reinado lo llamaron el  Marcelinato.
Las cúpulas de PSOE están formadas por aristócratas de sangre azul (la roja la perdieron hace tiempo) que heredan sus puestos de por vida y los transmiten a sus hijos, parientes y amigos. Se puede llamar de varias maneras esta forma de herencia: designación real, digital, puesto de confianza y otros. A mí la que más me gusta es nepotismo. 

Evaristo Torres Olivas

El rey Marcelino le explica al barón Biel cómo aterrizan los aviones en Caudé

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante todo, las ideas claras... que emanen de lo más profundo de nuestras convicciones:

http://www.youtube.com/watch?v=xNT0zQIWutQ

Anónimo dijo...

Si es que hay que recordar de vez en cuando que algunos PARtidos llevan la fama de los chanchullos, merecida, pero tampoco se quedan atrás ninguno de los demás cuando tocan poder y perricas.