Dos noticias, aparentemente sin relación, son las que me han
inspirado para escribir esta columna. La primera, la reseña del nuevo libro del
escritor Ian McEwan, en la que la protagonista “debe reclutar a un novelista
para escribir odas al capitalismo occidental capaces de intoxicar la
imaginación de sus conciudadanos británicos”. La segunda noticia la
protagonizan un grupo de economistas de Fedea que han escrito un libro en el
que, entre otras cosas, defienden “que los políticos ganan poco y los jóvenes
demasiado”.
Cuenta McEwan que la idea de escribir la novela surgió
cuando descubrió que a finales de los cuarenta, los cincuenta y parte de los
sesenta "la CIA dedicó ingentes cantidades de dinero a difundir la cultura
occidental, para convencer a los intelectuales de que Occidente era la mejor
opción".
¿Y qué tienes eso que ver con los economistas de Fedea? ¿Es
Fedea la Cía? No. Fedea es la Fundación de Estudios de Economía Aplicada. En
su web se define como “una fábrica de ideas” y afirman que su actividad “está
basada en tres principios fundamentales: Investigación, influencia en la política
económica y divulgación”. El currículum de los economistas que forman la
fundación es impresionante: doctores formados en prestigiosas universidades, la
mayoría estadounidenses, incluida la de Chicago (sí esa, la de Milton Friedman,
ese gran economista, premio Nobel, que tanto ayudó a Augusto Pinochet y a otros
dictadores sudamericanos).
Podría uno pensar que semejantes talentos producirán en su
fábrica de ideas un pensamiento libre e independiente, al margen de cualquier
poder político o empresarial. Pero la desilusión se produce cuando leemos la
lista de los que ponen la pasta, lo que ellos llaman los patronos de la
fundación. Y son estos: Abengoa,
Abertis, Santander Totta, BBVA, Sabadell,
Banco de España, La Caixa, Banco Popular,
Iberdrola, Bolsa de Madrid, Fundación Ramón Areces, BANKIA, Santander, Repsol, Corporación Financiera Alba, S.A.,
McKinsey&Company,Telefónica.
¿Esperaríamos de un estudio pagado por las grandes
farmacéuticas que llegara a la conclusión de que los medicamentos son muy caros
y que habría que potenciar los genéricos? ¿O que un grupo de expertos pagados
por los productores de café nos recomendara que beber té es mucho mejor para la
salud? Pues por la misma razón, los expertos patrocinados por la banca y la
patronal nos dirán que en este país se trabaja poco y se gana mucho y que los
únicos que se merecen cobrar siete veces más son los políticos. Sólo les ha
faltado añadir que los políticos de derechas, que los otros son unos inútiles.
Como ven, lo que cuenta McEwan no está muy alejado de lo que
pasa en España. Y en otros muchos países: intoxicar a la población para
hacernos creer que el capitalismo es la mejor y única opción para nuestra
felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario