En la anterior columna, los lectores han hecho
comentarios sobre el Diario de Teruel
que, en general, comparto. En el Diario hay buenos periodistas: Miguel Ángel
Artigas, Millán y otros. Y también los hay malos, muy malos. La calidad del
periódico, a pesar del lavado de cara, no ha mejorado: era mala cuando mandaban
los socialistas obreros y es mala ahora en la hégira pepera. La causa de esta
baja calidad del producto no es solo de los malos periodistas; hay otras. La
principal: la incompetencia de los presidentes de la Diputación que son también
presidentes del periódico. Los tres que he conocido desde que estoy en Teruel,
Gracia, Arrufat y Pobo, son personas sin conocimientos ni experiencia en el sector de la comunicación (y alguno ni
en el sector de la comunicación ni en ningún otro) cuya misión consiste en
actuar de censor o de comisario político para que el Diario sea un órgano de
propaganda del partido o de la coalición. Cuando el censor Arrufat me echó del
periódico, pude comprobar en directo y sin intermediarios, el nivel, Maribel, y
la preparación intelectual del sujeto.
Y son estos presidentes incompetentes quienes designan a los
directores, subdirectores, jefes de sección, etc. De nuevo, el criterio no es
la aptitud profesional—un ciego no puede dar lecciones a un tuerto—sino la
adhesión a las consignas de la causa. Así han aterrizado en el Diario los
Miquele, los López Juderías y otros PARtidarios del Biel.
Con este panorama,
los malos periodistas no se esforzarán en mejorar y los buenos, cuando
les ponen de jefe a un inútil, se desmotivan al constatar que el esfuerzo, el
rigor, la excelencia, no son los criterios que orientan la progresión
profesional y los ascensos sino que solamente cuentan el saberse el cara al sol
del partido, cuadrarse al paso de Biel, de Pobo o de Marcelino cuando mandaba,
y desfilar al son del chunda chunda de la secta.
Y es una pena porque un diario de una ciudad pequeña
española tal vez no ganaría un Pulitzer—entre otros motivos porque esos premios
solamente los dan a los periódicos estadounidenses y en habla inglesa—, pero sí
podría ser un ejemplo de buen periodismo, pausado, bien escrito al no estar
sometido a la presión de la actualidad, cercano al lector, plural.
Una cosa es equivocarse de vez en cuando y otra, muchas veces todos los días
2 comentarios:
Esos titulares, ¿son del DDT?
No, están sacados de Internet y no sé a qué publicaciones corresponden.
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