“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 6 de agosto de 2013

¡Ay dios!

 Enviado al Diario de Teruel y no publicado

Antes de terciar entre las opiniones tan dispares que mantienen en estas páginas Miguel Ángel Artigas (Deus Vult, 27 de julio)  y mi paisano de Villarquemado David López (Deus nolit, 29 de julio), quiero dejar claro qué pienso de la religión. Yo  pongo la religión  al mismo nivel que la astrología o la alquimia. Lo que no quiere decir que no sirva para nada: sirve, como decía Napoleón, para evitar  que los pobres  maten a los ricos.
 Mi paisano David, que se confiesa creyente y cristiano, incurre en errores de bulto en su carta al director: el creyente no tiene dudas respecto a la existencia de su dios y David escribe que “no hay nada más alejado de lo que yo entiendo por Dios, si es que existe”. Si eres creyente, crees; y si dudas, serás otra cosa. Tampoco acierta David cuando añade que afirmar en las desgracias que “así lo ha querido Dios” es una “auténtica aberración” y algo impropio de cristianos. Yo, por el contrario, creo que esa forma de pensar está en la esencia de las religiones. Tomemos el Padre Nuestro: “Padre Nuestro, que estás en los cielos…hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Sigamos con las escrituras, en las que un dios vengativo arrasa sodomas y gomorras, produce diluvios, epidemias, hambrunas y lo que le echen. Continuemos con los milagros de dioses y vírgenes que se aparecen a campesinos y pastores lelos y no en un congreso de física cuántica, de fotónica o de de biología molecular. Si los dioses y los santos pueden curar cánceres y lepras, también pueden impedir que un tren descarrile en Galicia y mueran ochenta personas.
 La realidad es que los milagros son un cuento chino y las desgracias todavía no hemos sido capaces de controlarlas totalmente, aunque algo hemos avanzado en el conocimiento de nuestro entorno y de las leyes que gobiernan los planetas, el universo, la  naturaleza, la vida, las moléculas y los átomos. A mayor progreso de la ciencia, con el acceso a  la educación, la cura de las enfermedades, el aumento de la esperanza de vida, menor es el número de seguidores de las religiones.
Si  mi paisano David confiesa que no sabe qué es la energía fotónica,  no tiene sentido, entonces,  que afirme que si fuéramos energía fotónica “no podríamos elegir entre el bien o el mal”. Si se ignora  algo, no se puede afirmar ni negar nada de ese algo. Como tampoco se puede afirmar que dios existe solo porque se cree en él. En lo único que coincido con David es en que nos convertiremos en polvo. Espero que sea en polvo enamorado, como escribieron Quevedo y Luis Eduardo Aute.
Finalmente,  no he terciado entre Miguel Ángel y David: me he inclinado claramente hacia la postura defendida por el señor Artigas. Como dios manda.

Evaristo Torres Olivas 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para ti y para quien lo lea os recomiendo que busquéis en youtube los videos de un tal Pat Condell. Debe ser angloparlante pero tiene muchos con audio castellano.

Van sobre el tema y dice unas cuantas cosas claras e interesantes.